
A lo largo del camino usted avistará aquello que los santos de antaño anhelaron ver la gloria del Mesías prometido.
Usted contemplará esa gloria derramada no sólo sobre los profetas, sacerdotes o fariseos, sino más bien sobre los más improbables destinatarios: los preocupados, confundidos y acongojados.
Observará a esas personas cargadas y cansadas caer alos pies de Jesús y verá al Señor inclinarse amablemente para desatarles las pesadas cargas que la vida ha sujetado. a sus espaldas.
Mientras usted viaja a esos tiernos y compasivos momentos del pasado, caminará con cuidado, reverentemente. .. porque esa es tierra santa.
Allí se quitará los zapatos. .. caerá de rodillas … verá la gloria de Dios … y adorará al Salvador de veras increíble.