

¿Tan solo vas a vivir? ¿O vas a vivir tus sueños? Estas son preguntas que cada mujer debe preguntarse y responderse en algún momento de su vida. Si no te has formulado estas preguntas, este es el momento. Tu manera de responder determinará cómo será el resto de tu vida, a partir de hoy.
La diferencia entre tan solo vivir y vivir tus sueños es más grande de lo que puedas llegar a imaginar. La persona que tan solo vive tiene conductas como las siguientes:
Aprende cómo dejar que el Espíritu Santo obre en y a través de ella para que pueda vivir más abundantemente.
Cada día tengo la oportunidad de conocer, hablar y trabajar con mujeres excepcionales de toda condición social. Algunas están casadas, y otras no. Algunas son madres, y otras no. Algunas trabajan fuera del hogar, y otras son amas de casa. Algunas corren en maratones, y otras sufren alguna dolencia o enfermedad crónica. Algunas han conseguido todo lo que querían en la vida, y otras no. La mayoría encajan dentro de más de una de estas categorías. Pero todas han tomado la misma decisión: vivir la vida plena y abundante que Jesús quiere que vivan. Jesús dijo: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn. 10:10).
Algunas personas podrían decir que las circunstancias determinan si pueden vivir sus sueños, pero yo no estoy de acuerdo. He conocido mujeres que se han visto impedidas por las situaciones más difíciles, y sin embargo, se las ingeniaron para vivir una vida abundante. Joni Eareckson Tada es un gran ejemplo. Ella ha aprendido a vivir la vida al máximo a pesar del accidente que experimentó al zambullirse, el cual la dejó paralizada y totalmente confinada a una silla de ruedas.
Y he conocido mujeres que lo tienen todo, y sin embargo, viven una vida insignificante e infeliz. La diferencia no está en las circunstancias. La diferencia está en la actitud. Y la única diferencia entre una actitud positiva y una actitud negativa es la decisión de elegir una en lugar de la otra.
Las mujeres extraordinarias deciden que vivirán sus sueños y se aferrarán a estos, a pesar de sus circunstancias. Para vivir tus sueños, cada día tienes que tomar la decisión de hacerlo. No puedes tomar esta decisión una vez y para siempre. Cada día debes decidir; y luego, conscientemente, debes volver a tomar esta decisión cada vez que la vida te depare algo inesperado. Por eso creo que la vida plena se vive en el momento de la decisión.Déjame explicarte.
¿Usted sabe que hoy en día muchos en el Cuerpo de Cristo tienen dificultades porque no saben manejar sus problemas? No es porque sus problemas sean peores que los de otros. Es porque son débiles de espíritu. La Biblia dice que debemos soportar las fallas y fragilidades de los débiles (vea Romanos 15:1). Debemos levantarlos y sostenerlos (vea 1 Tesalonicenses 5:14).
Romanos 12:8 nos dice que uno de los dones dados por Dios a la iglesia para ministrar es el de animar o exhortar. Tales personas son usualmente fáciles de reconocer, porque cada vez que estamos alrededor de ellas, nos hacen sentir mejor por las cosas que dicen y hacen. Parece que en ellos fuera natural levantar, animar y fortalecer a otros por su sola presencia y personalidad.
Si usted es como yo y no puede considerarse a sí mismo un alentador naturalmente dotado, fórmese el hábito de ser más alentador. Es lo que yo he hecho, y no sólo hace que otros se sientan mejor, sino que también aumenta mi nivel de gozo. Todos podemos dar saludos y todos podemos decir “gracias”. Todos podemos rehusar ser difamadores. Todos podemos rehusar permitir que salgan de nuestra boca cosas malas que abaten a las personas. Todos podemos fortalecer, edificar, levantar y hablar vida a otros.
Por último, me encanta el espíritu enseñable de Rut (3:1-15). Esto lo demuestra cuando Noemí le explica el proceso por el cual pedirá que Booz la tome como esposa: “Haré todo lo que tú me mandes”. Se me hace increíble porque lo que le estaba diciendo sería algo que yo no podría hacer. Seguramente para ella se trataba de costumbres muy extrañas y desconocidas. Aparte, se podría malentender (3:14) su presencia en el granero durante la noche. Proverbios 20:12 nos dice que el oído que oye y el ojo que ve, son hechura de Dios. Permite que Dios te ponga oídos que oyen y ojos que ven lo que Él trata de enseñarte.
Pienso que hay tres beneficios que se produjeron en la vida de Rut por las cualidades de su servicio:
Primero, sus pasos fueron guiados por el Señor (2:3). “Aconteció que aquella parte del campo era de Booz… de la familia de Elimelec”. Dios te llevará a donde tienes que estar para recibir toda la bendición que tiene para ti. Probablemente no veas cómo Dios estará guiando tus pasos, pero sí lo hará cuando nos disponemos a servirle a Él y a los demás.
Otro beneficio es que al suplir la necesidad de otro, las de ella fueron suplidas: “Ni pases de aquí… porque yo he mandado a mis criados que no te molesten. Y cuando tengas sed… bebe agua que sacan los criados” (2:8-9). Ella tenía necesidad de alimentarse y Dios se la suplió. Sabía que Rut y Noemí necesitaban que alguien las ayudara y protegiera, y gracias a la disposición y servicio de Rut, pudo suplir esa necesidad.
El último beneficio es que Rut pudo alcanzar todo lo que Dios ya tenía preparado para ella (4:13-22). El Señor la colocó como la matriarca de la familia mesiánica ya que fue bisabuela del rey David. Cuando tenemos un corazón dispuesto, Dios guiará nuestros pasos, suplirá cada necesidad y nos llevará a donde tenemos que estar en el momento indicado. Él tiene todo planeado, pero tenemos que dar los pasos correctos para llegar a nuestro destino final.
27 Y Dios creó al ser humano a su imagen;
lo creó a imagen de Dios.
*Hombre y mujer los creó,
28 y los bendijo con estas palabras:
«Sean fructíferos y multiplíquense;
llenen la tierra y sométanla;
dominen a los peces del mar y a las aves del cielo,
y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo.»