Si le pidiéramos a un pintor que nos dibuje un cuadro, nos preguntaría qué deseamos que pinte y el tamaño del arte porque, para poder desarrollar su capacidad, su imaginación ilimitada necesita saber el tamaño, el espacio limitado donde va a desarrollar la obra de arte. De la misma manera, nosotros como creyentes, en muchas ocasiones, nos encontramos con límites.
Cada país tiene unos límites, unos parámetros, unas fronteras o costas que delimitan su territorio, su espacio; pero estos límites no deberían limitar lo que hay dentro de cada uno de nosotros. Estos límites están para demarcar nuestro tiempo, el espacio y el propósito por el cual Dios nos ha llamado.
No se trata de que nos presionemos o pretendamos abarcar necesariamente todo el territorio o todas las cosas. Tenemos que entender que hay cosas que Dios no nos llamó a hacer, pero sí ha llamado a otros para hacerlas. Lo que no podemos hacer es limitar aquello que Dios sí nos llamó a hacer, haciéndolo a medias. Pablo decía que no haría lo que no tuviera que ver con el llamado de Dios en su vida, pero sí estaba seguro que haría todo lo que Dios le mandó hacer. Dios le dijo a Moisés que había líderes de 10, de 100 y de miles. Lo importante es que el de 10 no se conforme con 5, y el de 100 no se conforme con 50, el de mil no se conforme con 500, sino que pueda lograr todo lo que Dios le prometió hacer en su vida y alcanzar su máximo potencial.
La biblia dice, en Juan 3:34: Porque aquel a quien Dios envió, las palabras de Dios habla, pues Dios no da el Espíritu por medida. Dios te ha puesto en un espacio, en un lugar, en este tiempo que tiene límites, pero también te ha dado un espíritu que no tiene límites.
Definitivamente, en el mundo hay crisis y se está viviendo momentos difíciles, pero tienes que entender que el Espíritu Santo que está en tu vida no tiene límites. Lo que te va a hacer grande no es mudarte a un lugar grande, sino que, en el marco de referencia limitado en el cual te encuentras, alcances todo lo que tienes que alcanzar.
En medio de los pocos recursos que puedas tener, el Espíritu sin medida que hay dentro de ti hace que logres más, porque ese espíritu que está en ti es sin límites. Que nada ni nadie te detenga. No importa el problema por el cual pasaste, la biblia dice que tienes un espíritu sin límite. Dentro de ti hay algo más grande que las circunstancias en que estás viviendo.
El espíritu de conquista fue llevó al hombre a la luna, y a inventar miles de cosas que han cambiado el mundo: Las herramientas inalámbricas, el “GPS” que te da dirección, el código de barras en los artículos, los detectores de humo, la pintura anticorrosiva, los pañales desechables, y la lista continúa.
El espíritu del hombre no tiene límites, y lo ha llevado a querer romper los límites de aquello que sí es limitado. Y lo grande de tu romper los límites, no es tan solo que vas alcanzar la meta, sino todo lo que descubrirás en ese caminar.
Deja que el Espíritu Santo te dirija al próximo nivel. Ten fe que vas a vencer todos los límites que hay dentro de ti. Rompe toda barrera que te ha limitado, y ve por más.
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