Lucas 7:8 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
Es interesante ver como cada persona hace sus propios mitos acerca de lo que es Dios y sin darse cuenta se pierden de la mejor parte de Dios, ya que prefieren vivir apegados a su propia fantasía que a la verdad.
Hay personas que tienen miedo a conocer a Dios porque pareciera ser un "cambio de religión", siendo que no entienden de lo que trata, religión, viene del vocablo latín "religare", que significa reconciliarse con Dios, por tanto si su religión no le funciona y no está usted constantemente recibiendo los beneficios del Reino de los Cielos y escuchando la voz de Dios todo el tiempo, le urge un cambio de religión, es decir, tiene que encontrar otra manera de reconciliarse con Dios, pues la que tiene, no le funciona, pero el cambiar de religión, no tiene que ver con el ir a otra iglesia, la iglesia y la religión no tienen nada que ver la una con la otra.
Existe otro grupo de personas que tienen miedo a aprender cosas nuevas acerca de Dios por miedo a traicionar a su familia y aquello que les "inculcaron", como si la tradición familiar pudiera salvarles y darles vida eterna o pudiera perdonar los pecados que solo Jesús a su único y particular modo puede hacer, que dista mucho de lo que a esas personas les "inculcaron".
Esto me lleva a pensar a esa famosa frase de "te prefiero en la cárcel o en las drogas a que seas cristiano", y no termino de entender que es eso tan malo que tiene el acercarse a Dios que las familias tradicionales tanto repelen.
Y por favor no piense que estoy hablando de hacerse cristiano, ni defendiendo a los cristianos, lo que le quiero compartir va mucho, pero mucho mas allá de eso, recuerde que estamos hablando acerca de gobernar para Dios en esta serie, sea paciente y vamos a llegar al punto en un momento.
La cita de hoy habla de un Centurión Romano, traducido a términos actuales, algo así como un General del Ejercito, el cual estaba muy angustiado por su siervo judío que estaba muy enfermo y decidió acudir a Jesús para que le sanara, pero había un pequeño detalle, no llevó al siervo consigo, por tanto Jesús asumió que el Centurión pretendía que Jesús fuera con el para sanarle, pero la respuesta del Centurión es aquello de lo que le quiero hablar.
Piense en esto, los Romanos no creían en Dios, ellos tenían entre otros dioses a Nimrod (dios del sol y originalmente nieto de Noe), y el Centurión no tuvo mas que escuchar a su siervo y ver las obras de ese Dios vivo (Yahvé) en el para poder creer no solo que era un Dios vivo, sino para empezar a hacer aquello que estaba escrito en su palabra y por tanto también creyó en Jesús quien habitaba la tierra en ese tiempo.
El detalle no es creer en Dios, sino creerle a Dios, aún los budistas, los musulmanes y muchos otros creen en Dios, mas eso no los pone en bajo sus efectos, el beneficio se recibe cuando se le cree al Dios que todo lo puede.
El Centurión no tuvo que cambiar de religión (probablemente le hubiera costado la vida si lo hacía), pero tuvo el interés de buscar a Dios por medio de su palabra y creerle a la palabra de Dios para que esta tuviera efecto en el, de modo que aprendió que Dios no nos hace independientes y él mas que nadie supo que NADIE puede tener una relación con Dios "a su manera", ya que Dios nos dio un modo y un orden para tener una relación con Él, para que los beneficios de ese modo y ese orden se manifestaran en su vida.
Y fue cuando eso le quedó claro, que se dio cuenta que Jesús no necesitaba ir físicamente a sanar al siervo, sino solo tenía que hablar sanidad y esta iba a suceder, ya que tanto el Centurión como el siervo se entendían bajo la autoridad de Dios y esta tendría su efecto en ellos por ende.
Hay muchas personas que oran, rezan o piden cosas que por lo general no saben si las recibirán, y sabe por qué es esto?, sencillo, porque oran, rezan y piden sin saberse bajo la autoridad de Dios, ya que piden cosas que les interesan a ellos, pero que por lo general no glorifican a Dios, no se dan cuenta que lo que piden por lo general ya está contenido en alguna promesa de la Biblia, la cual tiene una condición y que Dios estará más que gustoso en cumplir en cuanto nos entendamos bajo su autoridad.
Por tanto el secreto no está en cambiar de religión como muchos lo entienden, sino en cambiar de religión como lo entiende Dios, en reconciliarnos con Él, ya que nuestro pecado nos enemista con Él y solo su palabra nos asegurará el no caer de nuevo constantemente como hacemos hoy.
La Biblia nos promete poder, el cual estará contenido en nuestras bocas, seremos capaces de declarar y decretar cosas todo el tiempo, milagros, sanidades, finanzas, y qué se yo, pero siempre y cuando tengamos a Dios quien nos respalde agradándose de nosotros por vivir como Él lo dicta, tal como hizo el Centurión, quien entendió que la autoridad que salía de el, no tenía poder si no estaba el bajo la autoridad de Dios de quien sale el verdadero poder de la eternidad.
0 comentarios:
Publicar un comentario