NO PARTICIPES DE LA CRISIS

En Juan 17:14, Jesús dice: Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo.
El mundo te aborrece, cuando intentas vivir por la palabra de Dios.
Hay gente que aborrece despectivamente, hay gente que lo hace acusándote, hay gente que te va a tildar de radical, de fundamentalista como dicen algunos, la gente tiene todo tipo de declaraciones hacia estas personas. Pero aborrecer no es tan solo eso, también es menospreciarte.
Cuando tratas de vivir una vida por la palabra del Señor, el mundo no lo entiende, porque el mundo vive por otros parámetros, vive por otras cosas. Tan pronto recibes la palabra de Dios, ya no eres de este mundo, y ya no participas de todas las cosas que suceden en él.
Sam Walton, fundador de Wal-Mart, decide levantar la compañía en un momento de crisis, y dijo una frase, cuando le preguntaron y le cuestionaron cómo él iba a levantar esta gran compañía en un momento de crisis económica.  Él dijo: Yo sé que hay crisis económica en el mundo, pero yo he decidido no participar de ella.
Se desconoce si Sam Walton fue cristiano, pero, aunque no lo quieran identificar como tal, la realidad es que su declaración fue una de fe, que muchos que dicen ser cristianos ni lo dicen, ni lo creen, sino todo lo contrario. Lo que a veces hacen los cristianos es justificar el motivo por el cual están pasando las crisis, diciendo: Esto te está pasando, porque lo hiciste mal.
Vivimos en una condenación, muchas veces, porque no entendemos la verdad de la palabra de Dios, porque a veces nuestro mundo entra en un caos.  De repente, las cosas que pensábamos estaban ciertas, ya no lo están; lo que pesábamos correcto, ya no lo es.
Pero, sobre todas las cosas, debes entender que fuiste enviado a este mundo y tienes una misión aquí.
A veces, tu mundo se va a ir en caos.  A veces, se saldrá de lo que pensabas como ideal. Van a venir situaciones de repente.  No podemos negar que el mal existe, no podemos negar que hay maldad, que hay gente mala, gente enferma, ignorante. Pero la solución no es sacarte de aquí e irte para el cielo; la solución es permitir que el poder de Aquel que te envío a este mundo te guarde del mal y tú puedas caminar en este mundo en dirección hacia todo lo que Dios te ha prometido.
No importa todo lo que haya pasado, o lo que esté pasando en tu vida, o lo que pueda ocurrir, sigue caminando firme, determinando que el plan de Dios, la misión que tienes que cumplir se va a completar y que Dios se va a encargar de alguna manera u otra, de traer orden a tu vida, y el mal no va a acabar contigo, sino que la victoria te pertenece, en el nombre poderoso de Jesús.

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