Las oraciones son respondidas cuando están acorde a la voluntad de Dios (1 Juan 5:14), cuando son sinceras (Sal. 145:18) y cuando se hacen de forma constante (Col. 4:2).
Una de las partes de la oración es declarar, decir, confesar, hablar lo que está en nuestro corazón y declarar proféticamente lo que va a suceder. En la oración tienes que pedir, interceder, confesar, adorar, dar gracias, pedir perdón y declarar lo que va a suceder.
¿Dónde dice la biblia que hay que declarar?
Lo dice en Marcos 11:23
“Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”. (RV1960)
Otra versión dice: Les aseguro que si alguno le dice a este monte: “Quítate de ahí y tírate al mar”, creyendo, sin abrigar la menor duda de que lo que dice sucederá, lo obtendrá. Marcos 11:23 (NVI)
Nuestra autoridad al pedir o declarar proféticamente se pierde cuando no hay un corazón sincero, cuando hay un pecado reiterado que lo bloquea o cuando se hacen oraciones religiosas solo para impresionar a los demás, esto anula las recompensas de Dios (Mateo 6:16). También pasa lo mismo cuando tratamos de impresionar a Dios (Lucas 18:9-14).
Todo lo que hablamos tiene o tendrá un efecto, las palabras son el arma espiritual más poderosa que pueda existir. Lo que decimos continuamente es lo que creemos, en nuestros diálogos cotidianos esta la verdad de nuestro corazón.
La descripción más detallada de esta revelación está en Santiago 3, es un texto largo que debemos conocer bien, solo voy a tomar algunos puntos. Por ejemplo:
“¿Quién, entonces, es una persona perfecta (madura)? Sólo quien es capaz de dominar su lengua y de dominarse a sí mismo”. Santiago 3:2
“(la lengua) Es una de las partes más pequeñas de nuestro cuerpo, pero es capaz de hacer grandes cosas. ¡Es una llama pequeña que puede incendiar todo un bosque!” Santiago 3:5
Muchas de las cosas que te agobian se producen por tus propias palabras, cuando no hablas conforme a lo que dice la biblia sobre ti, entonces te encuentras hablando en contra de ti mismo.
“Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así”. Santiago 3:9
Mira lo que dice la traducción en lenguaje actual en proverbios 18:21
“La lengua tiene poder para dar vida y para quitarla; los que no paran de hablar sufren las consecuencias”.
Dar vida y muerte a nuestros sueños, dar vida y muerte tanto a todo lo bueno como a todo lo malo, nuestras palabras pueden anular la maldición y desatar la bendición, y viceversa. Dios se valió de la palabra escrita y hablada para dar la salvación a la humanidad, para impartir los misterios más profundos y las verdades más sencillas del evangelio. El poder esta en lo que decimos y creemos.
Bendice con tus palabras todo lo que hagas, di palabras de fe, sanidad y prosperidad. Dios tiene un plan para restaurar todo lo que perdiste, todo lo que te quiso destruir, no dejes de tener un vocabulario optimista, lleno de vida, lleno de la palabra de Dios. Porque tus palabras llenas del Espíritu Santo crearán un futuro maravilloso, sanarán tu pasado y cambiarán tu presente.
En conclusión, las palabras no son inocentes. Abre tu boca para desatar el destino profético que Dios tiene para tu vida.
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