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En ocasiones me asombra como los medios y las personas nos han acostumbrado, nos han orientado y nos han enseñado a ver siempre lo malo y siempre lo peor, hemos aprendido que el engaño se paga con divorcio y que el perdón hace mucho que dejó de ser una opción, ya que nos están transformando en una generación de víctimas.
Si lo pensamos detenidamente todo el tiempo hay alguien quien nos quiere hacer daño, ya sea los roba chicos, el gobierno, las empresas multinacionales y no se que tantos más, pero siempre hay alguien dispuesto a afectarnos y siempre estamos dispuestos a ser la víctima de alguien, como si eso nos diera identidad.
Hoy en día hay asociaciones y fundaciones que se dedican a agrupar a todo tipo de víctimas, desde los adictos a alguna droga o a algún hábito, hay asociaciones para los parientes y personas cercanas a estos adictos, las personas que sufren se juntan y lo hacen en grupos y muchas personas dedican largo tiempo a ver siempre lo malo, con la esperanza de salir adelante por medio del sufrir en grupo.
Y por favor no me mal entienda, para nada estoy en contra de este tipo de grupos, pero si me preocupa el hecho de quienes pasan mas tiempo encontrando a otros que sufren igual que ellos que la solución a sus problemas.
Por alguna extraña razón todo lo externo es un factor de riesgo hoy en día y para nuestra salud ni se diga, cuando no es un alimento el que nos ocasiona cáncer, o alguna otra enfermedad, lo más probable es que sea hereditario.
Y es justo cuando pienso en las herencias que tengo que hacer un alto en el camino y hablar de aquello que pocos hablan, ya que por tanto hablar de aquello que es malo y aquello que nos afecta aún la palabra herencia ha perdido su significado y su trascendencia.
Ayer veía una serie de televisión en la que una persona estaba predispuesta a enfermarse de lo que fuera, ya que había antecedentes de todo tipo de enfermedades en su familia y pareciera que no estaba dispuesta a salir del hospital donde se desenvolvía la trama con menos que un diagnóstico fatal, ya que su herencia genética así se lo indicaba.
Y sabe, esto que le cuento no es poco común y no es tampoco algo aislado ni tampoco algo falso, es un hecho que tanto las enfermedades, como los malos hábitos e incluso las maldiciones se pueden heredar y en la mayoría de los casos no tenemos que hacer nada en lo absoluto para hacernos acreedores a ellas, solo esperar a que se manifiesten, pero si caminamos por la vida con esa expectativa fatalista, nuestro motivo de vivir se reduciría a nada, y es por eso que debemos de conocer la palabra de Dios, para saber que creer y que esperar y sobre todo cual es nuestra verdadera herencia, la cual nos dará identidad.
En el capítulo 20 del libro de Éxodo, Dios nos dice que todo pecado que cometamos y del cual no nos pongamos a cuenta con Dios, será heredado hasta la 3ra y la 4ta generación, eso nos hace pensar mas detenidamente lo que haremos ya no tanto por nosotros, sino por el bienestar de nuestros hijos y nietos, también nos hará entender de donde vienen todas esas cosas que nos acosan y que no tenemos nada que ver con ellas, pero sabe, el mismo mandamiento expresado en el capítulo 20 del libro de Éxodo, nos dice que nuestra fidelidad y las bendiciones que generemos y recibamos a causa de ella, será heredado por mil generaciones, es decir, nuestras buenas acciones y nuestra obediencia tendrá una trascendencia aún mayor que nuestro pecado, y que también hay cosas buenas que nos vienen por herencia y no porque estemos "bien" con Dios.
Y sabe, el único club o asociación que agrupa a las personas que se identifican a raíz de sus herencias positivas es la iglesia, es ahí donde predicamos todo el tiempo las buenas nuevas, es ahí en donde le recordamos a las personas de sus generaciones previas y su identidad, es ahí donde reclamamos aquello que aún hombres como Salomón, Oseas, Moisés o muchos otros nos heredaron y que podemos hacer porque ellos lo hicieron.
La cita de hoy nos dice que somos pueblo de Dios, quienes?, sencillo, todos somos hijos de la casa de Adán, pero los que se hacen hijos por adopción, es decir por el decidir nacer de nuevo y quienes por medio de ello, nos hacemos acreedores al ADN espiritual de grandes hombres que tuvieron una vida extraordinaria digna de ser documentada por el mismo Dios quien les dio identidad en el libro llamado "La Biblia", por tanto podemos entender que si Dios les dio la capacidad a los hombres de escuchar su voz y por medio de ello aprender de las cosas que pasarían en su futuro, usted y yo lo podemos también por medio de entendernos como parte del mismo linaje y si Elías pudo hacer milagros e incluso hacer que dejara de llover, por qué no lo habríamos de hacer nosotros?, partir el mar en dos debería de ser pan comido, todo es cuestión de entendernos como parte de ese linaje y entender el propósito en cada una de las cosas que haremos.
Es justo en ese momento, cuando recuperemos nuestra identidad y reclamemos nuestra herencia, que cosas como las enfermedades serán curadas por la imposición de manos y las maldiciones y los demonios serán echados fuera de nosotros como Jesús nos exhorta a hacer (Marcos 16:15-18) y que no importará lo que los medios nos digan o lo que el internet y el facebook nos pronostiquen, viviremos una vida como herederos de Dios y no como herederos del mundo, todo es cuestión de decidir que herencia queremos recibir, y si queremos ser víctimas o victoriosos, así de sencillo.
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