Juan 14:6 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Hace unos días alguien me dijo con un tono de voz un poco exaltado que cada persona entendía la Biblia de manera distinta y que no podía yo pretender que todos la entendiéramos de la misma manera.
Este argumento es muy cierto, las personas quieren entender la Biblia según sus propias situaciones y sus propias circunstancias, pero pretender entender lo escrito sin conocer al autor, y esto es imposible.
Piénselo de esta manera, hoy en día circulan en internet cientos, si no es que miles de imágenes con frases dichas por Paulo Coelho o al menos nos hacen creer de su autoría y nunca he visto a nadie discutir sobre la interpretación de alguna de estas frases, las personas simplemente las creen y entre mas frases suyas leen, mas le conocen, pues son reflejo de su alma.
De la misma manera sucede con Dios, aquellos que dicen que la Biblia se interpreta, deben de empezar por admitir que no la leen, pues la misma Biblia nos habla del efecto de su palabra en nosotros, sería muy cansado pasar tratando de interpretar más de 3,000 años de enseñanzas y anécdotas, no lo cree?
Es como si pretendiéramos decir que Dios nos ha puesto trabas para que nos acercáramos a Él, y con ello invalidáramos su muerte en la cruz y el efecto de su sangre, no lo cree?
Reflexionemos, Dios tiene tanto anhelo de vernos viviendo como lo planeó, que nos quitó de pensar y de interpretar, trayendo a su propio Hijo a la tierra a morir por nosotros de manera que lo único que debemos de hacer es reconocerle como nuestro Señor y Salvador y admitir que hemos pecado, con ello todo esta resuelto y es solo Jesús quien nos puede llevar a Dios, no nuestro entendimiento, no nuestro razonamiento, solo Jesús.
Parece ilógico porque se ve demasiado fácil, pero así es, no hay mas que eso, tenemos un Dios absoluto que nos dio una salvación absoluta, permanente y eterna, por medio de Jesús accesamos a la eternidad que es donde el Padre habita y nos hace copartícipes de su Reino.
Hay personas que fundamentan su presente en su pasado y traen al día de hoy historias, recuerdos y heridas que les marcaron para justificar su actual manera de vivir, pero la Biblia nos enseña diferente, la Biblia nos dice que Jesús borra nuestro pasado de manera que cada vez que volteamos hacia atrás, solo lo vemos a Él y no todo lo que vivimos, para que no nos vaya a pasar como a la mujer de Lot (Génesis 29:6), quien por tanto voltear a su pasado dejó de avanzar y se convirtió en estatua de sal.
Se ha puesto a pensar que aquellas personas que voltean recurrentemente al pasado, no avanzan o avanzan muy poco?
Jesús borro nuestro pasado para que cuando volteemos hacia atrás solo lo veamos a Él y nos puso un nuevo estándar de santidad, para que cuando veamos hacia adelante, solo persigamos la meta de imitarle a Él y llegar a su estatura y de esa manera poder compartir el trono con Él.
si lo ve, por donde le busquemos, solo encontraremos a Jesús, solo Él nos puede llevar al Padre y solo Él es la respuesta, quien opine diferente pretende llamar a Dios un ignorante y se hace necio delante de sus ojos, y esto no lo digo con el afán de condenar a nadie, sino con la firme intención de animarle a que sea de los que ven a Jesús en todo y no a lo complicado y ajeno en la interpretación de cada quien en donde no hay nada que interpretar o entender.
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