En la Biblia hay más de 300 versos bíblicos en referencia a la pobreza y en ninguna Dios la exalta como una virtud.
La escasez no es el deseo de Dios para sus hijos. Dios quiere posicionar a su iglesia, a sus hijos en el lugar correcto para ayudar aquellos que se encuentran en estado de escasez.
Una de las primeras misiones de la unción es liberar a la gente de la pobreza. En Lucas 4, Jesús entra en una sinagoga y lee en el libro del profeta Isaías: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.
Pobreza no es tan solo no tener lo necesario físicamente, también es no tener acceso a la educación e información. Por eso es que se sabe que, si un pueblo se educa, sale de la pobreza. Otra definición que tiene pobreza es la falta de desarrollo, de expansión y de libertad para vivir.
Bíblicamente hablando, Dios siempre ha tenido cuidado de los pobres y oprimidos. Él no es ignorante a la necesidad del hombre, y no celebra la pobreza.
El hecho de que Dios cuide y haga provisión a los pobres no significa que lo celebre. Todo lo contrario, quiere que el hombre no tenga necesidad alguna.
Dios le da órdenes a la iglesia de atender a los pobres. Una de las cosas más grandes que Dios nos ha llamado a hacer es cuidar de los pobres. La iglesia debe ayudar a personas no tan solo a nivel local, sino tan lejos como pueda llegar su alcance. Como iglesia, debemos orar y procurar aún más prosperidad de parte de Dios, para seguir ayudando a más personas, pues este es nuestro deber.
La prioridad es dar el alimento espiritual para que las vidas en necesidades comiencen a transformar y cambien sus pensamientos para salir de la pobreza. En Jeremías 22:3, nos dice que, como pueblo de Dios, debemos ser protectores de los necesitados.
Hay grandes bendiciones para aquellos que ayudan a los necesitados.
La Biblia dice que el que le da al necesitado, a Dios le presta. También dice que hay salud para aquellos que ayudan al necesitado. ¿Quieres salud? Ayuda al necesitado, ¿Quieres riquezas? Ayuda al pobre.
Para llegar a ese nivel de libertad financiera, tienes que creer que Dios te quiere libre.
Dios te ha dado una posición de autoridad para ayudar al necesitado y él va a retribuir en tu vida todo lo que haces a favor de ellos.
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