Dios hizo al ser humano a su imagen, y una de las características más nobles de esa semejanza es su capacidad para pensar. La pregunta es: ¿Qué lugar ocupa la mente en la vida del cristiano?
El autor explica que fuimos creados para pensar y para seguir los pensamientos de Dios y nos alienta a emplear nuestra mente en todos los aspectos de la vida.
Este libro nos desafía y nos invita a profundizar y a renovar nuestra manera cristiana de pensar.
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