SI QUIERES MAYOR AMPLITUD DEL TEMA, DALE CLICK AL LINK Y DESCARGA EL LIBRO DE JOYCE MEYER.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Rom 12:2)
1. Introducción
Como seres humanos, creados a la imagen de Dios, somos espíritu, alma y cuerpo. Cuando entramos con el Espíritu Santo a ver nuestro ser, nos damos cuenta que en el alma existen tres importantes áreas: La voluntad, las emociones y la mente. En este escrito veremos en forma general como opera nuestra mente y cuales son las principales formas en las que Satanás toma ventaja. Junto con esto veremos como hacer frente en nuestra mente para comprobar las bendiciones de Dios.
¿Qué es la mente?
La mente es nuestro órgano para pensar. En nuestra mente está el intelecto, la razón, la sabiduría. La mente ocupa un lugar muy grande en nuestra vida, porque el pensamiento influye muy fuerte en nuestra acción diaria
La mente es el campo de batalla, donde Satanás y sus espíritus malignos luchan contra la verdad. Para entenderlo de una mejor forma, vamos a imaginarnos una ciudad fortificada el medio evo. Vamos a imaginar una ciudad amurallada; en este caso, la ciudad estará representada por la voluntad y el espíritu. Inmediatamente después de estas murallas hay un extenso campo, donde se desarrolla la batalla. Este campo abierto de batalla es la mente.
"Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2Co 10:3-5)
El apóstol Pablo entendía que la batalla del cristiano se desarrolla en la mente. Es el lugar donde Satanás alineará todas sus fuerzas para destruirnos. Es el campo de batalla. De acuerdo a la lectura de este versículo podemos ver que
- Armas de nuestra milicia: Estamos en una batalla y hay un campo de batalla
- Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia: Se nos muestra como se pelea
- Destrucción de fortalezas y argumentos: Se nos muestra el objetivo
Posteriormente vamos a explicar como se pelea la guerra espiritual.
El Espíritu Santo también nos explica a través del apóstol Pablo que la lucha pertenece exclusivamente a la mente del hombre. La guerra se ejemplifica de la siguiente forma:
- Argumentos o razonamientos del hombre se asemejan a las fortalezas de un enemigo
- Describe mente como un poder del enemigo que tenemos que capturar
- Pensamientos rebeldes reciben protección en fortalezas, y es necesario cautivarlos a la obediencia. Los cautivos se llevan en la guerra. Son lo que conocemos como los prisioneros de guerra.
Podemos encontrar dos estados diferentes en nuestra mente, divididos por los momentos antes de ser regenerados (el momento donde nuestro corazón es cambiado, y viene el Espíritu Santo a nuestras vidas) y el momento posterior a nuestra regeneración.
II. Mente Antes de la Regeneración
"en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios"
(2 Cor 4:4)
Antes de recibir a Cristo, Satanás tenía todo el control de nuestro ser. Nuestro espíritu estaba muerto, y nuestra alma y cuerpo estaban cautivos. Por ende, nuestra mente también estaba en posesión de Satanás. Satanás tenía cegado nuestro entendimiento. Satanás, con el pecado como herramienta, ciega nuestros sentidos espirituales, y nos hace vivir solamente con nuestros sentidos físicos, esclavizados, donde pensamos que conocemos la verdad, porque nuestro mundo tiene lógica, pero no nos damos cuenta, que no podemos ver la realidad espiritual. Al tener el entendimiento entenebrecido, la luz de Cristo no puede iluminar su vida.
Cuando Satanás tiene control de la mente del hombre, esta se vuelve endurecida, sigue los deseos del cuerpo o carne, y es enemigo de Dios en la mente, porque la mentalidad de carne es enemistad con Dios.
"Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado"
(2 Cor 3:14)
"ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo" (Rom 8:7 LBLA)
La mente es el lugar donde más Satanás ataca nuestras vidas, ya que puede atacar nuestras vidas sin necesariamente habernos persuadido previamente.
Cuando el apóstol Pablo compara las mentes de los hombres con las fortalezas del enemigo, nos muestra que existe una relación muy estrecha entre el y la mente del hombre, ya que ocupa esta última como fortaleza. La mente del hombre es donde Satanás se refugia en estos días, y como es su fortaleza, desde aquí ejerce su autoridad en el mundo.
El primer pecado del hombre, el cual le llevó a la destrucción fue buscar el conocimiento del bien y del mal fuera de Dios. Desde ese momento la mente comenzó a ser esclava de Satanás. El punto de comunicación entre Dios y Satanás está en la mente del hombre.
Por ejemplo, antes de pecar somos tentados. Esta tentación viene en forma de pensamientos, y tenemos la necesidad de guardarnos de ellos.
Para el hombre que no ha sido regenerado en su espíritu, le es imposible alcanzar a Dios, ya que su intelecto nublado le obstaculiza para alcanzarle.
La única forma de que está oscuridad en la mente desaparezca es volviéndonos a Dios con todo nuestro corazón. Cuando nos arrepentimos Dios destruye todos los argumentos que hay en nuestra vida. El arrepentimiento sucede cuando nos damos cuenta como le hemos fallado a Dios, cuando nos damos cuenta que nosotros mismos le crucificamos y que le hemos ofendido al querer llevar nuestras vidas en forma independiente a El. Pero cuando nos volvemos a El, El abre los ojos de nuestro entendimiento y podemos ver nuestra situación espiritual. Vemos que existe un mundo espiritual y podemos conocer a Dios, y conocer como estamos
En estricto sentido arrepentimiento significa un cambio en la mente. Debe existir u cambio de mentalidad ya que estábamos en enemistad con Dios en la mente. Por esto Dios debe alterarla para que le conozcamos. Para conocer a Dios debemos comenzar el proceso de renovar nuestra mente y recibir un nuevo corazón.
III. Mente después de la Regeneración
Luego del arrepentimiento en nuestras vidas, sin embargo, nuestras mentes no quedan libres del contacto con Satanás. Miremos lo que Pablo les dice a los corintios;
"Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo" (2Co 11:3)
Esta carta y en específico este versículo, Pablo no se los habla a gente que no tiene a Cristo en su corazón. Más bien es escrita a cristianos. Aquí nos damos cuenta que así como el enemigo engaña a los no creyentes, de la misma forma engaña a los creyentes. Aunque ellos son salvos, la vida del pensamiento no ha sido renovada, por lo que la mente se transforma en el campo de batalla. En la vida del cristiano las mayores luchas se producen en la mente, porque Satanás envía toda su artillería en ese lugar más que en cualquier otro órgano.
Satanás no asaltó primero el corazón de Eva sino su mente. De la misma forma los demonios buscan atacar primeramente nuestra mente, ya que es el punto más débil porque antes era su fortaleza donde operaba. Recordemos que en el inicio el corazón de Eva era sin pecado, en su estado original. Pero de igual forma aceptó los pensamientos sugeridos por Satanás y perdió su autoridad. A menos que sepamos rechazar los espíritus malignos seguiremos siendo tentados, para finalmente, volver a perder la soberanía de nuestra voluntad.
Es posible que tu tengas una nueva vida (con Cristo en tu corazón), pero sin tener una nueva mente. Muchos tienen un corazón nuevo pero una mente vieja. Muchos tienen un corazón lleno de amor y fidelidad pero una mente sin percepción espiritual. A veces los hijos de Dios más fieles son los más estrechos y llenos de prejuicios. Rechazan la verdad porque no concuerdan con sus estructuras preconcebidas. Otros aunque han recibido a Jesús en su corazón no pueden retener ni practicar la palabra. Incluso cuando uno mantiene una relación íntima con Dios, es posible que sin darte cuenta hayas aceptado sugerencias de Satanás en tu mente, lo que causa errores de conducta y puntos de vista. Puedes ser muy bien intencionado pero sin pensamiento espirituales. Por lo tanto, como cristianos debemos buscar tanto el corazón como la mente renovada. Dios quiere que la mente sea renovada, así como lo es nuestro espíritu. Dios quiere la excelencia en nuestra vida y glorificarse tanto en nuestro corazón como la mente. ¿Cuántos cristianos hay obstinados, estrechos y fanáticos? Al no tener renovada la mente se quedan cortos en lo que Dios quiere hacer con ellos. No pueden entender que ciertas bendiciones provienen de Dios. Entonces, para vivir una vida plena debemos renovar nuestra mente.
IV. Mente bajo ataque
Muchas veces la mente está llena de imaginaciones vanas, pensamientos impuros, vagabundeos o ideas confusas o incontrolables. Te falla la memoria de una forma anormal, viene obsesión, prejuicios contra otras personas y desorden. Físicamente eres saludable, pero no entiendes los síntomas.
Hoy debes preguntarte ¿Quién controla mi mente? ¿Es Dios quien la dirige? Si tu como Hijo de Dios notas que no eres capaz de gobernar tu mente, debes preocuparte al instante y averiguar si es el enemigo quien la usa. Tu puedes decir ¿Cómo me doy cuenta que el enemigo tiene mi mente? Por ejemplo, cuando escuchas la palabra no puedes concentrarte. Tu mente va de un lado a otro. Viene pensamiento tras pensamiento. Y finalmente no puedes oír la palabra. Quieres solamente que termine todo lo que tiene relación con Dios.
Dios hizo al hombre con una voluntad libre. La intención de Dios es el autocontrol del ser humano. En el diseño de Dios está la idea de que la mente este sometida a la voluntad. Pero hoy tu tienes que darte cuenta ¿Soy yo el que pienso? Si tu no puedes detener tu pensamiento, o no puedes concentrarte al momento de estar en asuntos de Dios, es otra persona la que está ocupando tu mente para pensar. Son espíritus inmundos, que están ocupando la capacidad de tu mente.
A veces la mente del hombre es como una máquina de pensar. Vienen pensamientos como oleadas, donde no los puedes detener.
Es necesario que entiendas que Dios jamás interfiere con la operación de la capacidad natural del hombre. El jamás trabajará sin mi ayuda.
Satanás actúa poniendo secretamente en la mente pensamientos que aceptas de buena gana o bloquea pensamientos que no le gustan.
"Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase," (Joh 13:2)
"Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven" (Luc 8:12)
Satanás es un experto en quitar la palabra a través de los demonios, que están representados en la parábola del sembrador como pájaros.
V. Causas de Ataque
Satanás nos ataca porque le damos la oportunidad para que nos ataque. Recuerde que los demonios quieren sustituir tus pensamientos por los suyos. Esto sucede cuando el hombre le entrega la mente a los espíritus.
Factor Crucial: Recordemos que estamos en una guerra. ¿Quién gana o pierde la guerra? La guerra la perdemos cuando comenzamos a darles terreno a los demonios. La cantidad de la actividad de Satanás depende del espacio que le damos. Existen seis formas donde cedemos el espacio:
a. Mente no renovada: La carne le proporciona la base a Satanás para actuar. Si la mente no es renovada después de haber aceptado a Cristo en el corazón, exponemos mucho territorio. Los rincones oscuros en nuestra mente son los centros de operación de Satanás. El cubre sus hechos diciéndote que es tu carácter, temperamento y de esta forma quiere mantenerte en ignorancia.
b. Mente impropia: Cuando acaricias los pecados le das la oportunidad entregándole la mente a espíritus satánicos, a través de ideas impuras, orgullo, formas de ser ásperas e injustas. Cada vez que lo permites es más difícil resistir al ataque de Satanás para la próxima vez. Satanás influye introduciendo ideas en tu mente. Si las aceptas adquieren raíces en la mente. Cualquier teoría, supuestos, palabras, líneas leídas, puede provocarle terreno a Satanás.
c. Entender mal la verdad de Dios: Hay muchos cristianos que no entienden lo de morir con Cristo, no entienden que es la regeneración espiritual, o la llenura del Espíritu Santo.
d. Aceptación de las sugerencias de Satanás: Satanás planta ideas frente al futuro. Son como ideas en forma de profecías para ver si las aceptas o las rechazas. Cuando no las rechazas, son base para operar en tu vida.
e. Mente vacía: La mente Dios la creo para usarla. Sin embargo, hay muchos cristianos que dejan su mente en blanco. Sin embargo, debemos ejercitar la mente. La mente en la función normal es apta para discernir la revelación sobrenatural donde no podemos ver con nuestros sentidos espirituales.
f. Mente pasiva: Esta es una de las principales debilidades de los cristianos. Están con su mente en inactividad, Van por la vida sin pensar en algo determinado. Dejan la mente a lo que venga. Piensan en los pensamientos que venga. Esperan que otros seres la pongan en actividad. Por esto, pierden la sensibilidad. A veces tienen miedo a pensar y aceptan los pensamientos de Satanás. Esto trae una inercia en el discernimiento espiritual
Es importante que entendamos que Dios quiere que ocupemos nuestra mente. Hay muchos que esperan que Dios les ponga algo. Pero tu debes poner en acción tu mente. El no borra nuestra mente, sino que la renueva para que le conozcamos u obedezcamos. Dios quiere que entendamos su voluntad y le obedezcamos. Si yo no usó mi mente, hay seres que están esperando para ocuparla.
VI. Ganando la Batalla de la mente
Lo primero que debemos entender es que tener la liberación de nuestra mente es una necesidad vital. Proverbios 23:7 nos señala que el hombre es lo que piensa, por esto lo que pensamos se transforma en lo que nosotros somos.
La batalla en la mente no es algo imposible, pero si es necesario entender que es algo difícil que no se gana en un solo día, sino en muchas jornadas de trabajo junto al Espíritu Santo. Tu debes seguir adelante y continuar luchando, sin detenerte. La renovación de la mente tendrá lugar poco a poco, así que no te sientas mal si ves que vas muy lento y progresiva
Una primera arma que podemos utilizar es la Palabra de Dios. En la palabra aparecen los pensamientos de Dios. Ahí está la verdad, absoluta de Dios para nosotros. Jesús dijo que si permanecíamos en su Palabra, seríamos verdaderamente sus discípulos, y la verdad nos haría libres.
Muchas veces vienen pensamientos de incredulidad. Pero como cristianos debemos decidir a creer. Con frecuencia Dios nos da fe para cosas que nuestras mentes no siempre parecen capaces de asimilar. La mente desea comprenderlo todo; el porque el cuando y el como de todo. La mente se resiste a creer lo que no se puede entender. Con frecuencia sucede que un creyente sabe algo en su corazón, pero su mente lucha contra eso.
Debemos levantar un escudo de la fe, y pedir a Dios sabiduría en las pruebas y el nos mostrará lo que necesitamos.
Conclusión
Debemos pedir a Dios el entendimiento, y que venga la luz a nuestra mente para que podamos descubrir cuales son las fortalezas que ha levantado en nuestra mente. Una vez de descubiertas debemos llevar todo pensamiento cautivo, y filtrar cada pensamiento de acuerdo a la Palabra de Dios.
1. Introducción
Como seres humanos, creados a la imagen de Dios, somos espíritu, alma y cuerpo. Cuando entramos con el Espíritu Santo a ver nuestro ser, nos damos cuenta que en el alma existen tres importantes áreas: La voluntad, las emociones y la mente. En este escrito veremos en forma general como opera nuestra mente y cuales son las principales formas en las que Satanás toma ventaja. Junto con esto veremos como hacer frente en nuestra mente para comprobar las bendiciones de Dios.
¿Qué es la mente?
La mente es nuestro órgano para pensar. En nuestra mente está el intelecto, la razón, la sabiduría. La mente ocupa un lugar muy grande en nuestra vida, porque el pensamiento influye muy fuerte en nuestra acción diaria
La mente es el campo de batalla, donde Satanás y sus espíritus malignos luchan contra la verdad. Para entenderlo de una mejor forma, vamos a imaginarnos una ciudad fortificada el medio evo. Vamos a imaginar una ciudad amurallada; en este caso, la ciudad estará representada por la voluntad y el espíritu. Inmediatamente después de estas murallas hay un extenso campo, donde se desarrolla la batalla. Este campo abierto de batalla es la mente.
"Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2Co 10:3-5)
El apóstol Pablo entendía que la batalla del cristiano se desarrolla en la mente. Es el lugar donde Satanás alineará todas sus fuerzas para destruirnos. Es el campo de batalla. De acuerdo a la lectura de este versículo podemos ver que
- Armas de nuestra milicia: Estamos en una batalla y hay un campo de batalla
- Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia: Se nos muestra como se pelea
- Destrucción de fortalezas y argumentos: Se nos muestra el objetivo
Posteriormente vamos a explicar como se pelea la guerra espiritual.
El Espíritu Santo también nos explica a través del apóstol Pablo que la lucha pertenece exclusivamente a la mente del hombre. La guerra se ejemplifica de la siguiente forma:
- Argumentos o razonamientos del hombre se asemejan a las fortalezas de un enemigo
- Describe mente como un poder del enemigo que tenemos que capturar
- Pensamientos rebeldes reciben protección en fortalezas, y es necesario cautivarlos a la obediencia. Los cautivos se llevan en la guerra. Son lo que conocemos como los prisioneros de guerra.
Podemos encontrar dos estados diferentes en nuestra mente, divididos por los momentos antes de ser regenerados (el momento donde nuestro corazón es cambiado, y viene el Espíritu Santo a nuestras vidas) y el momento posterior a nuestra regeneración.
II. Mente Antes de la Regeneración
"en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios"
(2 Cor 4:4)
Antes de recibir a Cristo, Satanás tenía todo el control de nuestro ser. Nuestro espíritu estaba muerto, y nuestra alma y cuerpo estaban cautivos. Por ende, nuestra mente también estaba en posesión de Satanás. Satanás tenía cegado nuestro entendimiento. Satanás, con el pecado como herramienta, ciega nuestros sentidos espirituales, y nos hace vivir solamente con nuestros sentidos físicos, esclavizados, donde pensamos que conocemos la verdad, porque nuestro mundo tiene lógica, pero no nos damos cuenta, que no podemos ver la realidad espiritual. Al tener el entendimiento entenebrecido, la luz de Cristo no puede iluminar su vida.
Cuando Satanás tiene control de la mente del hombre, esta se vuelve endurecida, sigue los deseos del cuerpo o carne, y es enemigo de Dios en la mente, porque la mentalidad de carne es enemistad con Dios.
"Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado"
(2 Cor 3:14)
"ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo" (Rom 8:7 LBLA)
La mente es el lugar donde más Satanás ataca nuestras vidas, ya que puede atacar nuestras vidas sin necesariamente habernos persuadido previamente.
Cuando el apóstol Pablo compara las mentes de los hombres con las fortalezas del enemigo, nos muestra que existe una relación muy estrecha entre el y la mente del hombre, ya que ocupa esta última como fortaleza. La mente del hombre es donde Satanás se refugia en estos días, y como es su fortaleza, desde aquí ejerce su autoridad en el mundo.
El primer pecado del hombre, el cual le llevó a la destrucción fue buscar el conocimiento del bien y del mal fuera de Dios. Desde ese momento la mente comenzó a ser esclava de Satanás. El punto de comunicación entre Dios y Satanás está en la mente del hombre.
Por ejemplo, antes de pecar somos tentados. Esta tentación viene en forma de pensamientos, y tenemos la necesidad de guardarnos de ellos.
Para el hombre que no ha sido regenerado en su espíritu, le es imposible alcanzar a Dios, ya que su intelecto nublado le obstaculiza para alcanzarle.
La única forma de que está oscuridad en la mente desaparezca es volviéndonos a Dios con todo nuestro corazón. Cuando nos arrepentimos Dios destruye todos los argumentos que hay en nuestra vida. El arrepentimiento sucede cuando nos damos cuenta como le hemos fallado a Dios, cuando nos damos cuenta que nosotros mismos le crucificamos y que le hemos ofendido al querer llevar nuestras vidas en forma independiente a El. Pero cuando nos volvemos a El, El abre los ojos de nuestro entendimiento y podemos ver nuestra situación espiritual. Vemos que existe un mundo espiritual y podemos conocer a Dios, y conocer como estamos
En estricto sentido arrepentimiento significa un cambio en la mente. Debe existir u cambio de mentalidad ya que estábamos en enemistad con Dios en la mente. Por esto Dios debe alterarla para que le conozcamos. Para conocer a Dios debemos comenzar el proceso de renovar nuestra mente y recibir un nuevo corazón.
III. Mente después de la Regeneración
Luego del arrepentimiento en nuestras vidas, sin embargo, nuestras mentes no quedan libres del contacto con Satanás. Miremos lo que Pablo les dice a los corintios;
"Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo" (2Co 11:3)
Esta carta y en específico este versículo, Pablo no se los habla a gente que no tiene a Cristo en su corazón. Más bien es escrita a cristianos. Aquí nos damos cuenta que así como el enemigo engaña a los no creyentes, de la misma forma engaña a los creyentes. Aunque ellos son salvos, la vida del pensamiento no ha sido renovada, por lo que la mente se transforma en el campo de batalla. En la vida del cristiano las mayores luchas se producen en la mente, porque Satanás envía toda su artillería en ese lugar más que en cualquier otro órgano.
Satanás no asaltó primero el corazón de Eva sino su mente. De la misma forma los demonios buscan atacar primeramente nuestra mente, ya que es el punto más débil porque antes era su fortaleza donde operaba. Recordemos que en el inicio el corazón de Eva era sin pecado, en su estado original. Pero de igual forma aceptó los pensamientos sugeridos por Satanás y perdió su autoridad. A menos que sepamos rechazar los espíritus malignos seguiremos siendo tentados, para finalmente, volver a perder la soberanía de nuestra voluntad.
Es posible que tu tengas una nueva vida (con Cristo en tu corazón), pero sin tener una nueva mente. Muchos tienen un corazón nuevo pero una mente vieja. Muchos tienen un corazón lleno de amor y fidelidad pero una mente sin percepción espiritual. A veces los hijos de Dios más fieles son los más estrechos y llenos de prejuicios. Rechazan la verdad porque no concuerdan con sus estructuras preconcebidas. Otros aunque han recibido a Jesús en su corazón no pueden retener ni practicar la palabra. Incluso cuando uno mantiene una relación íntima con Dios, es posible que sin darte cuenta hayas aceptado sugerencias de Satanás en tu mente, lo que causa errores de conducta y puntos de vista. Puedes ser muy bien intencionado pero sin pensamiento espirituales. Por lo tanto, como cristianos debemos buscar tanto el corazón como la mente renovada. Dios quiere que la mente sea renovada, así como lo es nuestro espíritu. Dios quiere la excelencia en nuestra vida y glorificarse tanto en nuestro corazón como la mente. ¿Cuántos cristianos hay obstinados, estrechos y fanáticos? Al no tener renovada la mente se quedan cortos en lo que Dios quiere hacer con ellos. No pueden entender que ciertas bendiciones provienen de Dios. Entonces, para vivir una vida plena debemos renovar nuestra mente.
IV. Mente bajo ataque
Muchas veces la mente está llena de imaginaciones vanas, pensamientos impuros, vagabundeos o ideas confusas o incontrolables. Te falla la memoria de una forma anormal, viene obsesión, prejuicios contra otras personas y desorden. Físicamente eres saludable, pero no entiendes los síntomas.
Hoy debes preguntarte ¿Quién controla mi mente? ¿Es Dios quien la dirige? Si tu como Hijo de Dios notas que no eres capaz de gobernar tu mente, debes preocuparte al instante y averiguar si es el enemigo quien la usa. Tu puedes decir ¿Cómo me doy cuenta que el enemigo tiene mi mente? Por ejemplo, cuando escuchas la palabra no puedes concentrarte. Tu mente va de un lado a otro. Viene pensamiento tras pensamiento. Y finalmente no puedes oír la palabra. Quieres solamente que termine todo lo que tiene relación con Dios.
Dios hizo al hombre con una voluntad libre. La intención de Dios es el autocontrol del ser humano. En el diseño de Dios está la idea de que la mente este sometida a la voluntad. Pero hoy tu tienes que darte cuenta ¿Soy yo el que pienso? Si tu no puedes detener tu pensamiento, o no puedes concentrarte al momento de estar en asuntos de Dios, es otra persona la que está ocupando tu mente para pensar. Son espíritus inmundos, que están ocupando la capacidad de tu mente.
A veces la mente del hombre es como una máquina de pensar. Vienen pensamientos como oleadas, donde no los puedes detener.
Es necesario que entiendas que Dios jamás interfiere con la operación de la capacidad natural del hombre. El jamás trabajará sin mi ayuda.
Satanás actúa poniendo secretamente en la mente pensamientos que aceptas de buena gana o bloquea pensamientos que no le gustan.
"Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que le entregase," (Joh 13:2)
"Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven" (Luc 8:12)
Satanás es un experto en quitar la palabra a través de los demonios, que están representados en la parábola del sembrador como pájaros.
V. Causas de Ataque
Satanás nos ataca porque le damos la oportunidad para que nos ataque. Recuerde que los demonios quieren sustituir tus pensamientos por los suyos. Esto sucede cuando el hombre le entrega la mente a los espíritus.
Factor Crucial: Recordemos que estamos en una guerra. ¿Quién gana o pierde la guerra? La guerra la perdemos cuando comenzamos a darles terreno a los demonios. La cantidad de la actividad de Satanás depende del espacio que le damos. Existen seis formas donde cedemos el espacio:
a. Mente no renovada: La carne le proporciona la base a Satanás para actuar. Si la mente no es renovada después de haber aceptado a Cristo en el corazón, exponemos mucho territorio. Los rincones oscuros en nuestra mente son los centros de operación de Satanás. El cubre sus hechos diciéndote que es tu carácter, temperamento y de esta forma quiere mantenerte en ignorancia.
b. Mente impropia: Cuando acaricias los pecados le das la oportunidad entregándole la mente a espíritus satánicos, a través de ideas impuras, orgullo, formas de ser ásperas e injustas. Cada vez que lo permites es más difícil resistir al ataque de Satanás para la próxima vez. Satanás influye introduciendo ideas en tu mente. Si las aceptas adquieren raíces en la mente. Cualquier teoría, supuestos, palabras, líneas leídas, puede provocarle terreno a Satanás.
c. Entender mal la verdad de Dios: Hay muchos cristianos que no entienden lo de morir con Cristo, no entienden que es la regeneración espiritual, o la llenura del Espíritu Santo.
d. Aceptación de las sugerencias de Satanás: Satanás planta ideas frente al futuro. Son como ideas en forma de profecías para ver si las aceptas o las rechazas. Cuando no las rechazas, son base para operar en tu vida.
e. Mente vacía: La mente Dios la creo para usarla. Sin embargo, hay muchos cristianos que dejan su mente en blanco. Sin embargo, debemos ejercitar la mente. La mente en la función normal es apta para discernir la revelación sobrenatural donde no podemos ver con nuestros sentidos espirituales.
f. Mente pasiva: Esta es una de las principales debilidades de los cristianos. Están con su mente en inactividad, Van por la vida sin pensar en algo determinado. Dejan la mente a lo que venga. Piensan en los pensamientos que venga. Esperan que otros seres la pongan en actividad. Por esto, pierden la sensibilidad. A veces tienen miedo a pensar y aceptan los pensamientos de Satanás. Esto trae una inercia en el discernimiento espiritual
Es importante que entendamos que Dios quiere que ocupemos nuestra mente. Hay muchos que esperan que Dios les ponga algo. Pero tu debes poner en acción tu mente. El no borra nuestra mente, sino que la renueva para que le conozcamos u obedezcamos. Dios quiere que entendamos su voluntad y le obedezcamos. Si yo no usó mi mente, hay seres que están esperando para ocuparla.
VI. Ganando la Batalla de la mente
Lo primero que debemos entender es que tener la liberación de nuestra mente es una necesidad vital. Proverbios 23:7 nos señala que el hombre es lo que piensa, por esto lo que pensamos se transforma en lo que nosotros somos.
La batalla en la mente no es algo imposible, pero si es necesario entender que es algo difícil que no se gana en un solo día, sino en muchas jornadas de trabajo junto al Espíritu Santo. Tu debes seguir adelante y continuar luchando, sin detenerte. La renovación de la mente tendrá lugar poco a poco, así que no te sientas mal si ves que vas muy lento y progresiva
Una primera arma que podemos utilizar es la Palabra de Dios. En la palabra aparecen los pensamientos de Dios. Ahí está la verdad, absoluta de Dios para nosotros. Jesús dijo que si permanecíamos en su Palabra, seríamos verdaderamente sus discípulos, y la verdad nos haría libres.
Muchas veces vienen pensamientos de incredulidad. Pero como cristianos debemos decidir a creer. Con frecuencia Dios nos da fe para cosas que nuestras mentes no siempre parecen capaces de asimilar. La mente desea comprenderlo todo; el porque el cuando y el como de todo. La mente se resiste a creer lo que no se puede entender. Con frecuencia sucede que un creyente sabe algo en su corazón, pero su mente lucha contra eso.
Debemos levantar un escudo de la fe, y pedir a Dios sabiduría en las pruebas y el nos mostrará lo que necesitamos.
Conclusión
Debemos pedir a Dios el entendimiento, y que venga la luz a nuestra mente para que podamos descubrir cuales son las fortalezas que ha levantado en nuestra mente. Una vez de descubiertas debemos llevar todo pensamiento cautivo, y filtrar cada pensamiento de acuerdo a la Palabra de Dios.
0 comentarios:
Publicar un comentario