El nombre de la mujer era Tabita. Dorcas es una traducción hebrea. Tabita, en griego, significa «gacela». «Esta mujer abundaba en buenas obras y en Iimosnas que hacía.» Se dedicaba a coser vestidos y túnicas para los pobres. Esta costumbre ha sido imitada más adelante y en la Iglesia Cristiana de nuestros tiempos incluso su nombre ha presidido el de Sociedades de Señoras, que se han dedicado a la beneficiencia.
Parece ser que fue la primera, (por lo menos de la que tenemos conocimiento) que se dedicó a estos actos de amor, inspirada por Cristo. Su ejemplo ha sido una fuente de inspiración constante para las buenas obras. La Iglesia ha mostrado en innumerables ocasiones este espíritu de amor hacia los pobres, especialmente en el pasado cuando no había la menor forma de auxilio social de entidades seculares o de las autoridades.
Tabita puso en acción las palabras de Jesús: «Estuve desnudo y me cubristeis.» Originó un movimiento de amor que ha perdurado durante diecinueve siglos. La Iglesia Cristiana ha mitigado infinitos sufrimientos.
En tiempos pasados y en países no cristianos, la suerte de los humildes fue siempre cruel e inmisericorde.
Cuando Pedro fue a Jope se encontró al llegar que Tabita acababa de morir. La habían lavado y puesto en la estancia superior, y allí llorando, llevaron a Pedro, y le rodearon las viudas mostrándole las prendas en que todas ellas se ocupaban. La falta de Tabita iba a ser irremediable. Pedro se puso de rodillas, oró, y poco después se la volvió a presentar viva. Tabita pudo continuar su ministerio benéfico.
Tabita es una expresión del amor cristiano transformado en hechos. Apela a la acción de las mujeres que, por su edad, o su posición, o circunstancias, no tienen ninguna otra vocación específica. Nos enseña que la pobreza puede ser mitigada efectivamente en el nombre de Jesús
Parece ser que fue la primera, (por lo menos de la que tenemos conocimiento) que se dedicó a estos actos de amor, inspirada por Cristo. Su ejemplo ha sido una fuente de inspiración constante para las buenas obras. La Iglesia ha mostrado en innumerables ocasiones este espíritu de amor hacia los pobres, especialmente en el pasado cuando no había la menor forma de auxilio social de entidades seculares o de las autoridades.
Tabita puso en acción las palabras de Jesús: «Estuve desnudo y me cubristeis.» Originó un movimiento de amor que ha perdurado durante diecinueve siglos. La Iglesia Cristiana ha mitigado infinitos sufrimientos.
En tiempos pasados y en países no cristianos, la suerte de los humildes fue siempre cruel e inmisericorde.
Cuando Pedro fue a Jope se encontró al llegar que Tabita acababa de morir. La habían lavado y puesto en la estancia superior, y allí llorando, llevaron a Pedro, y le rodearon las viudas mostrándole las prendas en que todas ellas se ocupaban. La falta de Tabita iba a ser irremediable. Pedro se puso de rodillas, oró, y poco después se la volvió a presentar viva. Tabita pudo continuar su ministerio benéfico.
Tabita es una expresión del amor cristiano transformado en hechos. Apela a la acción de las mujeres que, por su edad, o su posición, o circunstancias, no tienen ninguna otra vocación específica. Nos enseña que la pobreza puede ser mitigada efectivamente en el nombre de Jesús
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