Las instrucciones de Pablo en Efesios 6 no se limitaron a las armas defensivas, sino que también incluyen la formación del cristiano en el uso de las armas ofensivas. Dios nos anima a usar nuestras armas defensivas y a convertirnos en expertos en la protección de los objetos de valor que Él nos ha confiado. Exploremos el poder de cada arma de defensa en nuestra lista.
El uso de toda la armadura
La armadura protege al soldado de los ataques del enemigo y al mismo tiempo le da una ventaja ofensiva para destronar al enemigo. La armadura completa se debe usar en todo momento. La perspectiva de la ofensiva es que siempre hay que estar listos para aprovechar la oportunidad de recuperar cualquier cosa que el maligno nos haya robado. No podemos quedarnos esperando protegiendo nuestras cosas contra Satanás. Iniciemos el ataque contra él en el nombre del Señor.
Usemos los zapatos de la paz
Pablo nos recuerda los zapatos del soldado romano para ilustrar un aspecto particular de la armadura del cristiano en la guerra espiritual. Los zapatos de los soldados estaban tachonados con unos clavos gruesos, similares a los tacos de fútbol de los jugadores de hoy. Estos zapatos les permitían a los soldados afirmar sus pies para no resbalar en los combates cuerpo a cuerpo. Del mismo modo, nuestros zapatos espirituales han sido equipados de paz para que no seamos sacudidos en los momentos difíciles.
La espada del Espíritu
El arma espiritual representada por la metáfora de “la Espada del Espíritu” (Ef. 6:17) transmite el mensaje de que podemos y debemos utilizar las Escrituras para avanzar en nuestra relación con Dios y en nuestra lucha contra los poderes de este mundo oscuro. Esto ocurre a través de la confesión, en este caso, de aquello que Dios dice en su Palabra. No me estoy refiriendo a confesar nuestros pecados personales, sino a confesar lo que Dios desea. Bien sea que confesemos la Palabra de Dios en relación con la inestabilidad política de una nación, o en relación con algún comportamiento destructivo dentro de nuestra propia familia, declarar la verdad puede acabar con estas cosas. Declaremos la Palabra de Dios sobre nuestra vida y dejemos que ella haga su trabajo.
La oración
La oración es un arma espiritual tanto defensiva como ofensiva. Podemos encontrar un ejemplo de una oración ofensiva en Hechos 13:1-3 cuando Pablo, Bernabé y los otros ancianos de la iglesia de Antioquía se reunieron para un momento especial de búsqueda de Dios. Esta vez la intercesión dio lugar a un momento profético maravilloso para Pablo y Bernabé, cuando su vocación apostólica fue revelada a los otros ancianos y también a su congregación. Utilicemos el arma ofensiva de la oración para avanzar en cualquier aspecto de nuestra vida.
El evangelismo
En la guerra espiritual nuestro adversario está lanzando ataques despiadados contra todos, creyentes y no creyentes por igual. El objetivo de Satanás es cegar las mentes de los incrédulos, “para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Co. 4:4). El arma ofensiva de la evangelización debe ser empleada para frustrar esta intención. Pidamos a Dios que nos guíe para compartir su mensaje en el momento oportuno. El reino de Satanás sufre un tremendo golpe cada vez que más almas se unen a la familia de Dios y le dan la espalda a él para siempre.
Echar fuera demonios
Cuando Jesús expulsó a un demonio de un hombre, se le acusó de expulsar a los demonios por Beelzebú, príncipe de los demonios (Mt.12:24). Para defender su ofensiva contra el reino de la oscuridad, Jesús simplemente planteó una pregunta instructiva: “¿Cómo puede entrar alguien en la casa de un hombre fuerte y arrebatarle sus bienes, a menos que primero lo ate?” (v. 29). Echar fuera demonios es una poderosa manera de atacar ofensivamente el reino de Satanás y mermar el número de sus seguidores.
Los diezmos y las ofrendas
¿Quién habría pensado que el diezmo y las donaciones son armas ofensivas de la guerra espiritual? Solo Dios en su infinita sabiduría pudo incluir un beneficio inesperado para una práctica tan común. El profeta Malaquías pronunció el designio de Dios cuando sugiere que una función secundaria del diezmo—dar una décima parte de nuestros ingresos a la obra del Señor—, hará que Dios reprenda al devorador por nosotros (Mal. 3:8-12). La palabra reproche significa “hablar con dureza”, “corregir fuertemente” y “expresar una desaprobación severa”. Imaginemos esto: tan solo con honrar a Dios con nuestros diezmos, y Él le ordenará a Satanás con severidad que se aparte de nuestra vida y de nuestras cosas. ¡Qué poderosa arma! Si usted no ha utilizado esta arma, comience a reordenar su vida financiera para que su iglesia se beneficie de su diezmo, mientras usted se beneficia de la protección de Dios para sus bienes frente a los ataques satánicos.
La adoración y la alabanza
Esta arma ofensiva es ilustrada cuando Pablo y Silas fueron encarcelados por haber expulsado un demonio de una mujer joven. Frente a la humillación pública y las consecuencias de haber sido encarcelados injustamente, los dos hombres comenzaron a adorar y alabar al Señor (Hch. 16:25-37). Dios respondió abriendo las puertas de la cárcel de manera sobrenatural y ablandando el corazón del carcelero hacia el mensaje del evangelio. La adoración y la alabanza se convierten en armas ofensivas cuando intencionalmente comenzamos a alabar a Dios, dado que su bondad está en todas partes, incluso en la cárcel. Cuando los apóstoles cantaron, el sentimiento de desesperación que Satanás había tratado de verter en sus almas fue disipado. El arma ofensiva de la alabanza fue utilizada para liberarlos de la prisión.
Resistir los ataques de Satanás
Para superar los ataques espirituales estamos obligados a someternos a Dios y resistir al diablo. Resistir es “estar en contra”, “oponerse”, y “resistir los planes del diablo”. Resistir a Satanás comienza con una actitud de oposición; luego se pasa a la oración de acción para soportar cualquier cosa contraria a la voluntad de Dios. El acto de resistir envía la señal al reino de las tinieblas de que se ha declarado la guerra.
La humildad
Debido a que el orgullo precede a la caída, la humildad es un rasgo que Pedro nos insta a desarrollar. Si no somos capaces de prestar atención a esta advertencia, podemos rápidamente encontrarnos en oposición a Dios y caer presos de las artimañas de Satanás (1 P. 5:5-7.). El gran predicador inglés, el Dr. D. Martyn Lloyd Jones es a menudo citado diciendo: “Lo peor que le puede pasar a un hombre es tener éxito antes de estar listo”. El orgullo es el corral del diablo. Este nos hace confiar únicamente en nuestra propia fuerza, dones y sabiduría. Es por eso que Satanás arroja orgullo sobre el pueblo desesperadamente. Evitemos este ataque buscando la humildad a toda costa.
El ayuno
Jesús practicó el ayuno como una disciplina y nos instó a hacer lo mismo (Mt. 6:16-18). Cuando usted decide abstenerse de comer durante un período determinado de tiempo para acercarse a Dios, golpea de manera poderosa al reino de Satanás. El ayuno está siempre unido a la oración, a pesar de que se mantiene como una práctica claramente diferente. Según el Nuevo Testamento, no existe un régimen a seguir cuando se utiliza esta arma ofensiva. Sin embargo, no podemos ignorar las palabras de Jesús cuando dijo: “Cuando ayunen […]” (v. 16). De sus palabras se deduce que debemos incluir el ayuno como una disciplina espiritual si queremos alcanzar el máximo éxito.
Hacer discípulos
La Gran Comisión nos insta no solo a evangelizar, sino también a hacer discípulos de aquellos que aceptan el mensaje de Jesús (Mt. 28:19-20). El proceso de hacer discípulos es más arduo que ganar almas. Hacer discípulos es sostener las manos de los nuevos conversos para asegurarnos que están madurando en su relación con Cristo. Esta es una herramienta ofensiva en la guerra espiritual. Cuanto más fuerte sea el cristiano, más derrotará a Satanás dondequiera que intente meter su horrible cabeza. Pidámosle a Dios que nos ayude a convertirnos en hacedores de discípulos. Luego, tomemos el tiempo para aprender, para crecer y para ayudar a otros a lo largo del camino hacia la madurez espiritual. Al hacerlo, ayudaremos a derrotar a Satanás de una manera vital.
Tomar la decisión de convertirnos en un soldado profesional es de una importancia fundamental. Tomemos el tiempo para revisar nuestras armas defensivas y ofensivas tan a menudo como sea necesario. Adquirir experiencia en el uso de estas armas al principio puede parecer desalentador. Pero si queremos ser un guerrero de rodillas de éxito, debemos llegar a ser muy hábiles con estas armas.
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