La historia está llena de hombres que han pretendido ser «enviados de Dios», «depositarios de su mensaje».
Así, Buda, Mahoma, Sócrates, Confucio, Lao-tze, son tan sólo unos pocos de una lista interminable de personajes que alcanza hasta nuestros días y que han reclamado para sí una relación especial y directa con la divinidad.
No obstante, de todos ellos, sólo Uno pudo probar que venía de Dios, más aún, que era verdaderamente Dios: Jesucristo.
Este libro presenta, pues, un punto de vista fascinante y cautivador de la vida y Persona de Jesucristo, aportando pruebas positivas de que Jesús era y es quien Él mismo afirmó ser: el Salvador y Redentor del mundo; esto es, el Cristo vivo, fuente de poder, y un líder al que vale la pena seguir en esta época de crisis.
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