Cuando hablamos del servicio a Dios, hablamos del llamado, del propósito de Dios en nuestras vidas. Hay 3 categorías de llamado, de propósito de Dios para tu vida. El llamado individual es el que tienes como individuo, que está dentro de ti. El llamado corporativo es aquel que Dios hace a un grupo de personas. Cuando vas a la iglesia, a un ministerio, llevas tu llamado individual y contribuyes al llamado corporativo. El llamado específico es para una tarea específica, en un momento específico. No necesariamente es el llamado individual, ni tiene que ser para toda la vida. Cuando entendemos estas tres cosas, entonces, nos podemos ubicar y permitir que Dios desate su plan sobre nosotros.
La biblia nos muestra varias maneras en la que se activa el llamado, el propósito de Dios en nuestras vidas. No todos los llamados se activan de la misma manera, pero esta diferencia no nos hace ni más ni menos que los demás.
Una de las maneras en que se activa un llamado en una persona es cuando Dios le habla. Esto le sucedió a Moisés, cuando Dios le habló a través de la zarza que ardía y no se consumía. Este es el llamado más impresionante, el que a todos nos gustaría tener, pero es el menos que sucede.
Otra manera en que se activa el llamado en de Dios en tu vida es cuando hay un grave problema y la única persona que puede resolverlo eres tú. Esto le sucedió al profeta Nehemías. Ningún profeta le llamo, ningún ángel le visito, sino que recibió malas noticias: Jerusalén estaba destruida. Al ver que nadie hacía nada, él dijo: Lo voy a hacer.
Muchas veces el llamado de Dios en tu vida se activa ante un problema que provoca que los dones y el favor de Dios se manifiesten de manera sobrenatural en tu vida.
La otra manera en que se activa tu llamado es cuando un hombre de Dios impone manos sobre tu vida y te asigna una tarea. Un ejemplo de esto en la biblia es cuando Pablo ungió a Timoteo para una tarea. Cuando Timoteo se sentía que no podía cumplirlo, Pablo le decía: No te olvides que te impuse manos y la fe que te enseñaron tu abuela y tu madre; ninguno tenga en poco tu juventud.
Quizás estás esperando una manifestación sobrenatural que active tu llamado, no sabiendo que, en medio de un gran problema, Dios también puede activarte para solucionarlo.
Todo ser humano está en búsqueda de darle significado y valor a su vida. Todos buscamos dejar un legado aquí en la tierra. Hay un destino de Dios en tu vida, y este sentimiento de darle valor y significado a tu vida es la señal de que se ha despertado tu conciencia. Puede ser frustrante, en algún momento, pero es la marca de que eres diferente.
Dios ha puesto un gran destino dentro de ti. No sabemos cuánto tiempo te llevará, pero es necesario que sepas que fuiste llamado para hacer algo más grande en tu vida. Se acabó el tiempo de hacer lo mismo o de estar paralizado. Llegó la hora en que digas: Me voy a levantar y voy a alcanzar lo que Dios dijo que voy a alcanzar. Levántate y actívate para que hagas lo que Dios ha destinado para tu vida.
0 comentarios:
Publicar un comentario