Hay dos tipos de donación de órganos: Cuando los órganos se toman de 1. donantes vivos y cuando se extraen de 2. donantes cadavéricos.
DONANTES VIVOS
Esta categoría incluye, por ejemplo, la donación de riñón; médula ósea y la donación de sangre.
En el pasado, muchos rabinos, entre ellos el rabino Isaac Weiss y el Rabino Eliezer Yehuda Waldenberg z”l, expresaron ciertas reservas acerca del permiso para donar un riñón, por ejemplo, porque pensaban que aunque una persona puede tener una vida normal con un solo riñón, los riesgos para el donante durante y después de la cirugía, eran demasiado altos y podían poner en peligro su vida.
En nuestros días, sin embargo, los donantes son examinados cuidadosamente física y psicológicamente, y los riesgos quirúrgicos y post-quirúrgicos de complicaciones para el donante han disminuido drásticamente, gracias a los avances de la medicina moderna. En una de sus respuesta rabínicas, el Rab Obadia Yosef z “l evalúa las objeciones del rabino Weiss y el rabino Waldenberg, y afirma que, puesto que hoy en día los riesgos involucrados en la donación de riñón son tan bajos, se considera un gran Mitsvá donar un riñón, y este acto se enmarca dentro de la Mitsvá de salvar una vida, (piquaj nefesh). La donación de un riñón para salvar una vida, sugiere el Rab, podría también ser requerida por el mandamiento de la Torá “lo ta’amod al dam re’ekha”, “no te quedarás inmóvil mientras tu prójimo se desangra” (es decir, mientras se está muriendo) “.
DONANTES CADAVÉRICOS
La forma más común de donación de órganos y la que se debate entre los rabinos modernos, es la donación de órganos después de la muerte del donante. Esta es la donación de órganos que se alude en las licencias de conducir donde se autoriza o no extraer los órganos para ser trasplantados.
La donación cadavérica se relaciona en un punto crucial con el sexto mandamiento. Esto es: la definición de “muerte”. Me explico: Algunos órganos, como el corazón, por ejemplo, no pueden ser trasplantados después de que éste deja de funcionar. El corazón debe ser extraído del cuerpo del donante, mientras que todavía está latiendo. Hasta la década de los 1970s, esta operación era imposible debido a que la insuficiencia cardiopulmonar irreversible, era el único estándar para la determinación de la muerte. Pero, más adelante, los científicos desarrollaron respiradores o ventiladores médicos que mantienen la respiración, evitando que el corazón deje de latir . En una situación conocida como “la muerte irreversible de la corteza cerebral” el cerebro podría detener por completo sus actividades vitales, mientras que el paciente todavía sigue respirando con el respirador y su corazón sigue latiendo. La pregunta entonces es: este paciente se considera muerto porque su cerebro ya está muerto, o se sigue considerando vivo porque su corazón sigue funcionando?
Hay dos opiniones sobre este tema:
1. CORAZÓN. La opinión más estricta sostiene que mientras el corazón está latiendo y la persona está respirando, el paciente se considera vivo, incluso cuando la respiración es causada por un respirador, e incluso cuando la corteza cerebral está muerta. Y por lo tanto, extraer el corazón de este paciente sería considerado asesinato. La fuente bíblica para esta opinión es que cuando el hombre fue creado, Dios insufló en el cuerpo de Adán un hálito de vida (respiración o nishmat jayim), y esto indica que la vida está determinada por la respiración.
2.CEREBRO. La opinión más permisiva también sostiene que la respiración es la señal inequívoca de vida. Pero explica que con el fin de ser considerada como un signo de vida, la respiración tiene que ser autónoma. El Rabinato de Israel emitió un fallo hace unos años indicando que en su opinión la muerte cerebral se debe considerar muerte, incluso si el paciente está conectado a un respirador artificial, y su corazón aún está latiendo. Explicaron que, si bien nos parece a nosotros que el paciente todavía está respirando, una vez que se determina la muerte de la corteza cerebral, el centro de control de la respiración autónomo se desactiva de forma irreversible, y se ha perdido para siempre el control sobre la respiración. La vida está conectada a la respiración cuando la respiración es autónoma, es decir, cuando todavía existe la capacidad de respirar. Un paciente con muerte cerebral que respira se podría comparar a un cuerpo decapitado que, de alguna manera, conectado a un respirador artificial, sigue con su corazón activo. Ya que el corazón es un músculo autónomo y puede funcionar “mecánicamente” incluso cuando no es activado por la corteza cerebral . Pero, puesto que ya no existe la posibilidad de respiración autónoma el paciente se considera muerto y en determinadas condiciones, sus órganos podrían extraerse para el trasplante.
TARJETAS de DONACIÓN DE ÓRGANOS
En Israel (ver https://www.adi.gov.il/en/ ) y en los EE.UU.
(https://www.hods.org/) hay dos instituciones importantes ADI y HODS que apoyan la donación halájica de órganos y le ofrecen al donante la opción de elegir entre los dos dictámenes rabínicos anteriormente mencionados. Sus sitios web tienen fuentes de información muy importantes y serias sobre este tema.
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