Cuando Juan giró sobre sí para ver quién le estaba hablando (Apocalipsis 1:12), vio siete candelabros de oro y una persona en medio de ellos, de quien enumera diez detalles muy descriptivos. A continuación enumeramos cada una de las características de la visión de Juan junto con su significado bíblico:
- “Uno semejante al Hijo del Hombre” indica que esta persona no era una grotesca criatura sobrenatural sino que tenía apariencia humana. La expresión “Hijo del Hombre”, que Jesús utilizó frecuentemente para referirse a sí mismo, se usa para mencionar al Mesías en los cuatro Evangelios y en Daniel 7:13.
- “Vestido de una ropa que llegaba hasta los pies”. Era muy común entre sacerdotes el vestir túnicas largas para ministrar en el lugar santo del templo. Jesús es nuestro gran sumo sacerdote en nuestra relación con Dios (Hebreos 2;17; 3:1).
- “Ceñido por el pecho con un cinto de oro” se refiere a un antiguo símbolo mundial de fuerza y autoridad. El trabajador común vestía una túnica corta y holgada. Solo las personas con autoridad usaban un cinto (ver Mateo 28;18).
- “Su cabeza y sus cabellos eran blancos con blanca lana, como nieve”transmite una idea de antigüedad y nos recuerda la visión de Daniel 7:9-13, donde se llama a Cristo el “Anciano de días”. La blancura también alude a la justicia de Dios.
- “Sus ojos como llama de fuego”. La construcción en griego significa literalmente “sus ojos lanzaron fuego”, lo que indica que Cristo estaba indignado por la indiferencia, en algunos casos, de las iglesias apóstatas. Cuando la Iglesia de Jesucristo no es lo que debería ser, se enciende la indignación de Cristo.
- “Sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como un horno”. El simbolismo del bronce nos habla de juicio y nos recuerda el altar de bronce del tabernáculo donde se juzgaba el pecado.
- “Su voz como estruendo de muchas aguas”. Quien se encuentre al borde o en la rompiente de una gran catarata, se verá aturdido y completamente abstraído por el ruido ensordecedor de las aguas agitadas. Esta imagen parece indicar la actitud del Hijo de Dios cuando venga a juzgar en el día del Señor. En aquel día, todas las otras voces se acallarán ante la resonante y abrumadora voz del Hijo de Dios.
- “Tenía en su diestra siete estrellas”. El Señor mismo interpreta esto en el v. 20: “las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias”. La palabra griega que se traduce por “ángeles” significa literalmente “mensajeros”. Algunos creen que aquí “ángeles” se refiere a los mensajeros (pastores) escogidos por Dios para dirigir las iglesias locales. Otra interpretación es que cada mensajero es un ángel real asignado especialmente a dicha iglesia. Esto podría significar que todas las iglesias tienen ángeles de la guarda, de la misma manera que Cristo dijo que los niños pequeños los tienen (Mateo 18:10).
- “De su boca salía una espada aguda de dos filos” Hebreos 4:12 nos dice que la Palabra de Dios es “más cortante que toda espada de dos filos”. Es evidente que la palabra hablada de Cristo arrollará como una espada afilada contra la que no habrá defensa en el día del juicio.
- “Su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza” nos habla de la naturaleza divina de Cristo y nos recuerda la descripción de Cristo en el monte de la transfiguración (Mateo 17:2).
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