Dios creó a las mujeres, y dijo que todo lo que había creado era muy bueno.
Aprenda a creer respecto a sí misma lo que Dios dice sobre usted, no lo que otras personas han dicho. Dios la creó, y mirándola proclamó: “¡Es muy buena!”.
Usted es una de las obra de arte de Dios, y el Salmo 139 declara que todas sus obras son maravillosas. ¡Por consiguiente, usted debe ser maravillosa!
Porque Eva desobedeció a Dios inicialmente y tentó a Adán, las mujeres han recibido una mala crítica desde entonces. Yo creo que Adán debería haber tomado la autoridad y rehusarse hacer lo que Eva lo estaba tentando a hacer, en vez de hacerlo y culparla desde entonces del enredo en que se metieron. Después de
todo, Dios creó a Adán primero, y era a Adán a quien le dio la orden de no comer de la fruta del árbol del conocimiento del bien y del mal.
Yo estoy segura de que Adán le habló a Eva sobre la orden de Dios, pero ciertamente no fue falta de ella que él no usara la disciplina cuando vino la tentación. Realmente, la Biblia establece que el pecado entró en el mundo a través de un hombre, Adán (Romanos 5:12; 1 Corintios 15:21-22).
No estoy excusando a Eva. Ella hizo una mala elección y debió hacerse responsable por su parte, pero no fue la única causa de un gran pecado. Fue un esfuerzo en equipo. Usted conoce la historia: Satanás tentó a Eva inicialmente y luego la usó para tentar a Adán. Cada uno de ellos es responsable. Desgraciadamente, hombres y mujeres nos hemos culpado unos a otros de crear problemas desde el Huerto del Edén. Es tiempo de hacer un cambio.
¿Se ha preguntado alguna vez por qué Satanás se acercó a Eva con sus mentiras, en lugar de Adán? Puede haber sido porque pensó que podría jugar con sus emociones más fácilmente que con las de Adán. Aunque no siempre es el caso, normalmente las mujeres se manejan más emocionalmente, mientras que los hombres son más lógicos.
En todo caso, Satanás tuvo éxito en lograr que Eva hiciera lo que ella no había imaginado hacer. Él la atrajo al pecado con engaños, y hoy le sigue haciendo lo mismo a cualquiera que lo escucha.
Cuando Dios trató con lo que Adán y Eva habían hecho, no sólo trató con ellos sino también con Satanás. Dios dijo a Satanás: “Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón” (Génesis 3:15, NVI).
Loren Cunningham y David Joel Hamilton hacen una interesante observación en su libro Why Not Women? (¿Por qué no mujeres?: “Desde que en el Huerto del Edén Dios le dijo a Satanás que la Semilla de la mujer pisotearía su cabeza, el diablo ha estado atacando ferozmente a las mujeres en todo el mundo”.
Génesis 3 deja en claro que Satanás y la mujer están en desacuerdo el uno con el otro. ¿Por qué? Satanás ha odiado a las mujeres casi desde el principio, porque sería una mujer quien finalmente daría a luz a Jesucristo, el que derrotaría a Satanás y todas sus malas obras. Como dijo Dios, su descendencia pisoteó su cabeza (su autoridad).
Libro: Mujer segura de sí misma
Autor: Joyce Meyer
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