En Salmos 105:17, dice que José fue enviado delante ellos, delante de su familia, delante del pueblo de Israel. Una de las cosas que pasa en tu vida, cuando tú recibes revelación de parte del Señor, es que vives una vida adelantada. Puede que te sientas solo, pero no es que estás solo, es que estás adelante. Los demás van a recibir más tarde la revelación, pero tú vas adelante.
Puede que tus familiares no entiendan, pero tienes que dejar de victimizarte. Dale gracias a Dios por la revelación que tienes, porque eso quiere decir que Dios tiene algo preparado para ti. Él te ha puesto adelante.
Los que vamos adelante, vamos abriendo camino. No tenemos precedente. Lo único que sabemos es que hay algo en nosotros que nos hace caminar hacia al frente.
La escritura continúa hablándonos de las cosas que pasó José, como la cárcel, y nos dice que, hasta que se cumplió la palabra, el dicho de Dios le probó. ¿Cuándo terminaron los problemas de José? Cuando la palabra se cumplió.
José pasó trece años de problemas. José recibió los sueños cuando tenía unos diecisiete años. No fue sino hasta los treinta que llegó a ser el segundo en mando en Egipto, pero vivió ciento diez años. Le tomó trece años de problemas, para luego poder disfrutar los restantes ochenta años de su vida.
Después que José llegó a donde Dios quería llevarle, nunca más tuvo que enfrentar un problema como los que enfrentó. Vale el esfuerzo pasar trece años de problemas, si vas a tener ochenta de victoria. Si vas a tener ochenta años de bendición, vale el esfuerzo pasar los trece.
¿Hasta cuándo debe ser la lucha de tu fe? No hasta que se acaben los problemas, sino hasta que se cumpla la palabra que Dios ha declarado sobre tu vida. Mientras la palabra no se cumpla, habrá retos. A ti te toca escoger, si te vas a acomodar a la situación presente, o vas a provocar que la palabra que está dentro de ti cambie tus circunstancias, y se cumpla en tu vida.
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