En Lucas 4:4, Jesús dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
Esta es la manera en que Cristo le responde al enemigo, quien vino a tentarle diciendo: Si eres el Hijo de Dios. Cristo le contestó: Escrito está. No hay ninguna situación difícil para la que no haya algo escrito en la palabra de Dios que te garantice la victoria sobre esa situación.
Si estás enfermo: Escrito está: Por sus llagas somos sanos; si tienes un familiar que no ha venido a los caminos del Señor: Escrito está: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa. Asegúrate de que tu espíritu esté bien alimentado de la palabra de Dios, porque no sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
Tu espíritu tiene que estar alimentado de lo que está escrito, de la palabra que sale de la boca de Dios. Muchas veces, en los momentos más difíciles, nos sentimos sin las armas necesarias para combatir, porque no conocemos todo lo que está escrito para hallar esa salida. Debemos siempre estar conectados a lo que está escrito en la palabra de Dios.
¿Quieres vencer cada tentación de tu vida, como lo hizo Jesús? Conéctate con lo que está escrito; lee libros que alimenten tu espíritu para que te ayuden en los momentos difíciles. Habacuc 2:2 dice: Escribe la visión para que corras con ella. No tan solo leas, sino también escribe metas, sueños, ideas, anhelos. Cuando aprendes a poner en papel cada visión que Dios te ha dado, Dios trae aceleración sobre tu vida.
De algo Cristo estaba seguro: De que en su vida se iba a cumplir todo lo que estaba escrito en los rollos que estudiaba desde muy pequeño. Tienes que conectarte con lo que está escrito. Escrito está… que tú no dependes de la buena o mala economía, no dependes del gobierno, no dependes de lo que digan los médicos, sino que tú dependes de todo aquello que está escrito, de aquello que sale de la boca de Dios.
Cristo continúa contestando al enemigo, cuando seguía tratando de hacerle caer en tentación: Vete de mí Satanás, porque escrito está… Todo lo que se presente delante de ti y quiera detenerte o desviarte de lo que Dios ha dicho sobre tu vida, dile: Vete de mí, porque escrito está. Nada puede detenerte, nada puede amedrentarte, nada puede pararse delante ti, mientras tú conozcas y declares lo que está escrito acerca de ti, lo que ha salido de la boca de Dios en relación a ti.
Dios ha dicho que tiene cuidado de ti, de tu familia, de tus finanzas, de tu salud y la victoria es tuya. Créelo, recíbelo, declara lo que está escrito y lo que Dios ha dicho. No somos de los que retrocedemos, ni los que nos amedrentamos porque sabemos que escrito está y Dios ha dicho que la victoria es nuestra.
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