Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Jesús nos ha hecho libres.
Si seguimos viviendo en esclavitud es porque nosotras queremos.
Dios nos anima a caminar en esa libertad, a permanecer firmes en ella y a no estar más sujetas al yugo de la esclavitud.
La libertad es un regalo de Jesús, que se nos da y se recibe exclusivamente por fe. Hoy en día, la gente vive en la búsqueda precipitada de una libertad falsa, esa "libertad" que pensamos que conseguimos cuando damos rienda suelta a nuestros deseos, cuando hacemos lo que nos place en el momento que queremos, cuando no damos cuentas a otros, cuando entramos y salimos sin depender de nadie.
Pero eso no es libertad. Libertad es saber que no hay nada que haga o que no haga que me puede separar del amor de Dios. Libertad es saber que mi vida eterna está garantizada. Libertad es saber que Cristo pagó por mis culpas para que nadie pueda obligarme a ganar una salvación que ya tengo. Libertad es saber que la culpa, la condenación, el pecado, han sido vencidos por la obra de Jesús en la cruz en mi favor.
Pablo nos exhorta a estar firmes en esa libertad ¿por qué? Porque podemos ser engañadas por otros o por nosotras mismas a regresar a la esclavitud de la ley, de las normas, de las reglas como canal para ganar el favor de Dios.
El gran evangelista DL Moody ilustra este punto con una cita de una antigua ex esclava en el Sur después de la Guerra Civil:
“Al ser un antigua esclava, ella estaba confundida acerca de su situación y le preguntó: Ahora soy libre, ¿o no lo soy? Cuando voy a mi antiguo amo me dice que no soy libre, y cuando voy a mi pueblo dicen que lo soy, y yo no sé si soy libre o no. Algunas personas me dijeron que Abraham Lincoln firmó una proclamación, pero el amo dice que no lo hizo, que él no tiene ningún derecho a hacerlo.
Muchos cristianos se confunden en un mismo punto. Jesucristo les ha dado una "proclamación de la emancipación", pero su "viejo amo" les dice que son aún esclavos de una relación legal con Dios. Ellos viven en la esclavitud porque su "viejo amo" los ha engañado.”
¿Por qué, sin embargo, nos empeñamos en seguir viviendo una vida en paralelo en la que nos esforzamos en ganar el amor de Dios?
¡Ya basta!
Dios te ama a pesar de tu pecado.
Dios te ama a pesar de que estés lejos de Él.
Dios te ama aunque tu corazón vaya en pos de otras cosas.
Dios te ama aunque estés confundida, frustrada o no entiendas la situación que estás atravesando.
Dios te ama y te ha hecho libre a través de Jesucristo. No vuelvas atrás ahora. Tu libertad tuvo un precio demasiado alto.
0 comentarios:
Publicar un comentario