Lo más triste que puede suceder en un ser humano es estar confundido. El pueblo de Israel estuvo cautivo en Babilonia, y Dios no los libró. De Egipto, Dios te libra; pero, de Babilonia, no libra a nadie, pues sales tú mismo, cuando reconoces en la condición en que te encuentras y realizas que Dios quiere hacer algo nuevo.
Hay muchos que no se encuentran esclavos en Egipto, sino cautivos en Babilonia. En Babilonia se levantan los Esdras, los Nehemías, los Daniel, que realizaron en la condición en que se encontraban, y dijeron: Tenemos que reconstruir, prosperar; y se activaron.
El peligro de estar en Babilonia es que te acostumbras al sistema y te acomodas. Terminas diciéndole a lo malo, bueno y a lo bueno, malo. En Babilonia hay libertad de culto; no cierran las iglesias, pero no se evangeliza. Tenemos que despertar y ver lo nuevo que Dios quiere hacer en nuestras vidas. Cosas nuevas Dios quiere hacer y va a empezar por su iglesia. Algo nuevo, que no se parezca al pasado, al ayer.
Si lo único que recuerdas es lo que Dios ya hizo contigo, estás creyendo en un Dios limitado al ayer. El Dios Todopoderoso quiere hacer todo nuevo. Llevarte a una nueva dimensión, a un nuevo lugar, nuevas experiencias, pero tienes que desearlo en tu corazón y realizar en la condición espiritual en que te encuentras. Hay quienes desean todo lo que le dieron en el pasado, pero hay que levantarse, creer y luchar para lograr lo nuevo.
Dios te salvó del pecado, te sacó de Egipto, pero necesitas redención en tu mente y en tu corazón.
Babilonia representa confusión, mediocridad. Es vivir en un estado de no saber si hacer o no hacer, pues nadie te obliga ni te dice qué hacer o no. Pero, en Babilonia, vives esperando que Dios te saque. De Egipto, solo Dios te puede salvar, pero de Babilonia te sales tú mismo, cuando realizas lo nuevo que Dios tiene para tu vida.
Toda la biblia es basada en lo nuevo de Dios. Nuevo pacto, nuevo nombre, cielo nuevo y tierra nueva, nuevas moradas, nuevas vestiduras, hacerte nueva criatura. ¡Todo nuevo!
En Isaías 43:19, vemos 4 cosas que Dios hace cuando te atreves a creer y moverte a lo nuevo:
- He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz – Hay que estar preparado para los momentos divinos que de repente van a suceder; momentos en que Dios te muestra que está haciendo algo nuevo. De repente alguien te pide perdón, de repente te dan la beca para estudios, de repente llegan oportunidades y que te llevan a comenzar una nueva etapa.
- Otra vez abriré camino en el desierto – Dios abrirá camino en esta época, dándote favor y gracia y mostrándote dónde caminar y qué decisiones tomar.
- Voy a traer ríos – En medio del desierto, Dios hará que agua salga a tu favor. Vendrán ríos de abundancia de Dios para cambiar el lugar árido en un lugar fértil.
- Voy a hacer que los chacales se vuelvan mansos – Todo aquello que te ha amenazado en el desierto Dios lo va a disipar. Dios te va a levantar aun en el ambiente más hostil y te va a prosperar delante de tus enemigos.
Dios hace todo nuevo en tu vida. Atrévete a creer y moverte a lo nuevo que Dios tiene para ti y los tuyos. Nuevos comienzos, nuevos negocios, nuevos estudios, nuevos conocimientos, nuevos trabajos, nuevas amistades, nuevas conexiones. Ten una nueva mentalidad para atreverte a vivir lo nuevo de Dios.
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