POR QUÉ DEJÉ DE SER ATEO

El profesor y escritor valenciano Josué Ferrer ha liberado recientemente su libro Por qué dejé de ser ateo, un ensayo publicado en 2009 por Editorial Dinámica, con prólogo de dos grandes pensadores de España: José de Segovia y José Grau. Es decir que la obra ahora se encuentra también en formato PDF, listo para descargar de forma completamente gratuita, como obsequio del autor y de la editorial.

“Muchos me han dicho que estoy loco por dejar que la gente se descargue gratis mi obra. Pero yo soy defensor de la cultura libre. Creo que descargarse algo no es robarlo. Creo que compartir un libro no te convierte en un criminal sino en alguien interesado en la lectura. Si me piratean un libro, no pienso que he perdido una venta sino que he ganado un lector”, comenta Ferrer.

Por su parte, el editor Álex Valdovinos aclara que “el objetivo primordial de este libro nunca fue ganar dinero sino ganar almas”. Por ello, como editorial les gustaría “que pudiera llegar al máximo número de ateos posible, para que se den cuenta de que creer en Dios no es algo irracional sino perfectamente razonable. Y una magnífica forma de llegar a los ateos era liberar el libro para que se lo pueda descargar gratis quien quiera”.

EN DEFENSA DEL CRISTIANISMO

Josué Ferrer era un ateo furibundo, blasfemo y anticlerical que finalmente se convirtió a Cristo.Este valenciano ha escrito un texto contundente en defensa del cristianismo, donde responde a las preguntas y argumentos más frecuentes dentro del ateísmo militante: ése que hace campaña con autobuses, organiza campamentos infantiles y vende millones de libros de sus principales gurús mediáticos.

La obra cuenta la experiencia personal del autor y desmonta los cincuenta argumentos más frecuentes del ateísmo, entre ellos: “si Dios existiera ya se habría demostrado”, “si Dios es bueno ¿por qué permite desgracias en el mundo?” o “Jesús fue únicamente un hombre y no la divinidad”.

ES RAZONABLE CREER EN DIOS

Ferrer responde a estos y otros argumentos escépticos desde la perspectiva de alguien que hasta no hace mucho militaba en el ateísmo más combativo. Y lo hace respaldándose sobre todo en la ciencia, para poder demostrar “que la ciencia y el cristianismo no resultan incompatibles, como erróneamente se suele creer, sino que más bien se complementan”, dice el autor.

“El objetivo del libro es que el lector ateo pueda darse cuenta de que creer en Dios es más racional, razonable y científico de lo que a priori él pueda pensar”, explica Ferrer. “Desde las universidades y otros círculos pseudointelectuales, los escépticos tienden a identificar ateísmo con progreso y se considera que el cristianismo es una rémora del pasado, fruto de la ignorancia y la superstición. Y esto es una falacia. De hecho, los científicos más importantes de la historia eran todos creyentes”, comenta el autor.