En el Salmos 23, David dice: Jehová es mi Pastor, nada me faltará. David está diciendo que Dios es su guía hacia aguas de reposo, lugares de delicados pastos. Dice que Dios le dirige por sendas de justicia, pero luego dice: Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Esto es contradictorio.
Si Dios le guía por sendas de justicia, ¿cómo anda en valle de sombra de muerte? Pero es que, no importa las circunstancias, negativas o positivas, con las que te encuentres en el camino, es necesario que no pierdas de vista que, en todas ellas, es Dios quien te guía.
Cuando estás fuera de tu zona de comodidad, es cuando la presencia de Dios se hace más real en tu vida.
Cuando Dios te dice que va a hacer algo contigo, nunca tus circunstancias son congruentes con lo que él ha dicho que ha de hacer. Ese es el verdadero reto de vivir fuera de tu zona de comodidad. Tienes que saber que no se trata de ajustarte a las circunstancias, sino que las circunstancias se tienen que ajustar a la palabra de Dios.
Si no hay una batalla hoy entre lo que Dios ha dicho y tus circunstancias, es porque has creído que lo que tienes es lo único que vas a tener.No te conformes con tus circunstancias, pero que tu insatisfacción venga de que tú sabes que Dios quiere algo más grande para ti.
No pierdas la fe, la expectativa, el sentido de propósito, el sentido de destino. Si no existe esta batalla en tu vida, los has perdido. Y, cuando tus circunstancias son contrarias a lo que Dios te ha prometido, entonces, lo que estás viviendo, no es lo último que Dios tiene para tu vida… si crees.
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