Apocalipsis 3:16 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
La naturaleza de Dios es el ser bueno y la Biblia nos enseña que fuimos hechos a su imagen y semejanza, hay una versión de la Biblia que dice a su imagen y con la capacidad de expresar su naturaleza, es decir el ser buenos es parte de nuestra naturaleza, y aquellas personas que se remiten a solo no hacer cosas malas, están negando su propia naturaleza y están dejando de funcionar de acuerdo al diseño de Dios, y eso según la Biblia es pecado.
Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado (Santiago 4:17).
El no hacer cosas malas, pero tampoco tampoco perseverar en que Dios se refleje en nosotros y funcionar adecuadamente como Dios lo hace, nos hace pecadores, nos hace tibios, porque vivimos sin pasión, porque vivimos sin motivo, porque no vamos hacia ningún lado, lejos de vivir, simplemente sobrevivimos, estamos en la mayor expresión de la mediocridad que existe, todo por no ser "malos".
En realidad, debería de ser nuestra preocupación el ir a la presencia de Dios cada día a escuchar su voz y a recibir instrucciones acerca de aquello que habremos de hacer ese día, y de como habremos de reflejar a Dios y ser buenos como Él es bueno, nuestra preocupación debería de ser el ser calientes a causa de nuestra pasión por aquellas cosas que Dios anhela que hagamos.
Por tanto, aquellas personas que no hacen mal, y que no hacen daño a nadie, no son malas personas, pero sabe, tampoco son buenas personas, lamentablemente y por feo que se lea o se escuche, son mediocres y en el lenguaje mas educado de Dios son tibios y no merecen otra cosa que ser vomitados, ya que tienen apariencia de bondad pero son insípidos por dentro.
Me asombra el amor que Dios nos tiene y como es que nos previene de cometer errores tan tremendos como el dejar de actuar y el considerarnos a nosotros mismos buenos o malos por la cantidad o la calidad de nuestras acciones, siendo que el vivir de esa manera nos hace dignos de ser desechados y vomitados por Él, cuando Él realmente no solo espera, sino nos capacita para ser apasionados por el mundo como Él lo es, para que de esa manera arrebatemos a las personas de las garras de la muerte.
Wow, si lo pensamos de esa manera y en esos términos, cada día que no arrebatamos a alguien de las garras de la muerte, somos hechos tibios pues dejamos de cumplir con el papel esencial que Dios nos dio y nos perdemos de ser calientes y apasionados por aquello que Dios lo es.
Yo le invito a que como yo trato de hacerlo todos los días, a que salga de ese aletargamiento espiritual que nos hace tibios, para que podamos vivir una vida apasionada y caliente como Dios espera de nosotros y de esa manera seamos buenos a causa de la bondad de Dios que refleja por medio de nosotros.
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