Los límites no son malos, porque nos dan la oportunidad de conocer y de ubicarnos en tiempo y espacio. El conocer el entorno, el marco de referencia, nos da la oportunidad de saber dónde ubicarnos, dónde movernos. Dios dice, en Hechos 17, que ha puesto los límites de nuestra habitación, el lugar donde nos vamos a mover.
Si a un pintor usted le pide un cuadro, lo primero que va a preguntar es si desea un paisaje o una imagen, el tamaño, etc. Esto es necesario para poder desarrollar la obra de arte dentro del espacio que se le ha entregado.
El límite donde vivimos no debería limitar lo que Dios ha puesto dentro de cada uno de nosotros. Los límites que tenemos son para demarcar el espacio, el tiempo y el propósito por el cual Dios nos ha llamado. Hay cosas que Dios no te llamó hacer, que ha llamado a otros y viceversa. Pero, lo que no podemos permitir es que lo que Dios mandó hacer lo hagamos a mitad.
Dios le dijo a Moisés: Hay gente de diez, hay de 100 y de miles. En otras palabras, hay líderes que tienen la capacidad de trabajar con diez, otros con 100 y otros con miles. Pero, lo importante es que cada uno no se conforme con trabajar a la mitad de lo que ha sido llamado, sino el lograr todo lo que Dios ha prometido hacer en su vida y alcanzar su máximo potencial.
Juan 3:34 dice: Porque aquel a quien Dios envió, las palabras de Dios habla, pues Dios no da el Espíritu por medida. El espacio, tu ubicación y lo que Dios va hacer, no puede limitar tu vida porque dentro de ti está el Espíritu de Dios que es sin medida. En la biblia podemos ver como Pablo dice: No voy hacer lo que Dios va hacer con otros, pero sí lo que me envió hacer.
Definitivamente, se estamos viviendo en un momento donde el mundo y lo que nos rodea está en crisis, pero el Espíritu Santo que está dentro de nosotros no tiene medida. Lo que te va hacer grande no es el mudarte a un lugar más grande, sino que el espíritu sin límite, que está dentro de ti, alcance todo lo que tenga que alcanzar dentro del marco de referencia en el cual vivimos.
La historia ha demostrado de hombres y mujeres que fueron capaces de vencer situaciones límites, pues nacieron y vivieron en circunstancias difíciles y se superaron. 1 Crónicas 4:9 vemos a un joven que al nacer su madre le llamó Jabes, pues lo había dado a luz en dolor. Luego, vemos que Jabes invoca a Dios y le dice: Si escucharas mi clamor y ensancharas mi territorio. Su espíritu inquebrantable decía: Si Dios me diera más; y la biblia dice que fue más ilustre que sus otros hermanos.
Puede ser que hoy estés viviendo situaciones límites, pero hoy levántate y declara que nada ni nadie va a limitarte de vivir una vida sin límite, una vida de victoria. El espíritu sin medida que está dentro de ti se desata y, por encima de toda limitación, harás más de lo que jamás has hecho en toda tu vida.
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