Toman posesión de vidas, oprimen a creyentes y causan estragos para que los planes de Dios con su pueblo no se lleven a cabo.
Cada día, les damos demasiado poder a los demonios cuando, de hecho, Jesús nos ha dado autoridad para atarlos y ordenarlos que se vayan.
Jesús no dijo que aconsejemos o mediquemos demonios, más bien dijo: “¡Echenlos fuera! El autor es un ministro ordenado de la Iglesia Bautista del Sur.
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