Generalmente damos las gracias como señal de buena educación o un simple acto de cortesía sin pensar en la profundidad y la importancia que implica la palabra “GRACIAS”.
Cuando tenemos un corazón agradecido tenemos también una vida mucho más feliz.
Al dar las gracias con fundamento y con consciencia de su significado, nos situamos en el aquí y ahora, nos llena de beneficios y nos ayuda a ser más humildes, porque a veces nos creemos todopoderosos y olvidamos que ese puesto ya lo tiene Dios y sólo a Él le pertenece.
Le doy Gracias al Creador porque yo soy su más especial criatura, gracias papá y mamá por darme la vida… tomémonos sólo 3 minutos de nuestro ajetreado día y pensemos en todas las cosas por la que tenemos que agradecer a Dios: la salud, la familia, nuestra pareja, nuestros hijos, los amigos, el trabajo, el aire, el agua, por madre Tierra y también las cosas que consideramos malas porque sólo a través de ellas aprendemos verdaderamente a crecer. Tenemos infinidad de razones de agradecerle a Dios por todo lo que nos ha dado y tal vez sin haber hecho ningún esfuerzo y a veces hasta pensamos que no nos lo merecemos, nuestra soberbia no nos permite reconocer que Dios nos da todo lo que necesitamos simplemente porque somos sus hijos amados.
Pero debemos creer en ello, debemos tener fe en que Dios nos provee todo cuanto necesitamos. Recuerda “Pide y recibirás, busca y encontrarás, golpea y las puertas se te abrirán“. (Mateo 7:7-11) conste que no lo dije yo, pero creo en ello. Practiquemos el dar GRACIAS desde el corazón, a nuestros hijos por cada cosa sencilla que realicen, a nuestra pareja que nos acompaña en este camino, a nuestros familiares que son incondicionales, a los amigos que siempre están allí cuando los necesitamos, a nuestros maestros, a nuestros enemigos que tantas veces han sido los principales promotores de nuestros triunfos.
Agradece y no te canses de dar gracias por todo y a todos, porque esto te une con el amor de DIOS, hazlo y verás los beneficios y como tu vida comienza a cambiar.
Qué difícil se nos hace dar las gracias desde el corazón y con la fuerza del verdadero sentido de gratitud. Muchas nos maravillamos ante una pintura, una estatua, una manualidad, podemos ver ciertamente el arte allí y pagamos grandes precios por obtener cualquier objeto de esos, pero luego a veces somos incapaces de ver al verdadero artista que es Dios, quien en tan sólo 7 días creó toda esta perfecta maravilla que tenemos ante nuestros ojos diariamente, y por tenerlo allí simplemente no podemos verlo.
El cielo, la tierra, el aire, el mar, el fuego, los animales, las plantas y su más especial obra, NOSOTRAS. Dios todos los días nos propone un cuadro diferente para cada uno de nosotros, según lo necesitamos y todo pasa al mismo tiempo unos disfrutamos de un hermoso día soleado, otros gozan de un esperado día de nieve, otros están contemplando la luna llena, otros miran la lluvia desde alguna ventana, mientras otros tienen que arroparse para disfrutar de magníficos vientos, como ves todo pasa al mismo momento.
Sólo si piensas en eso y comienzas a agradecer, estarás más consciente, más feliz, sólo contemplando plenamente y disfrutando cualquiera de estos momentos que Dios te ofrece cada día lograrás verdaderamente ser libre y estar en paz contigo, conectado con tu ser Superior, porque la paz que tanto buscamos comienza con el reconocimiento de es lo que es, en el momento, lugar y forma en que Dios lo decida. ¿Recuerdas? “Señor hágase tu voluntad” ¿Sencillo verdad? Ahora basta saber si mi soberbia me lo permite decir.
Cuando al despertar desde mi ventana veo el horizonte y miro como se unen el cielo y el mar digo “GRACIAS Señor por este hermoso cuadro que creaste para mí”, y así me conecto con Dios y mi día comienza según su voluntad y yo sólo pongo lo mejor de mí. Pienso que si ya comenzamos a dar verdaderamente GRACIAS a Dios, estamos listas para agradecerles profundamente a nuestros progenitores, comencemos por entender que: “mis padres son los más maravillosos que yo pueda tener” ¿Sabes por qué? Porque en principio fue Dios quien los escogió para mí y eso ya debería ser suficiente, reconocer y agradecer lo que es nos hace libres, además ese extraordinario lazo no se puede romper, ni cambiar, ni renunciar, ni olvidar, ni excluir, ni mucho menos renegar, además ni lo intentes no te lo recomiendo.
En segundo lugar debemos darles GRACIAS a ellos por darnos la vida, por supuesto siempre asociados con el Creador de otra manera hubiese sido imposible, ellos hicieron todo lo posible para que nosotros estemos aquí, en especial nuestras madres, yo le agradezco a mi madre que me llevo con amor en su vientre durante 9 meses, otras tal vez no estaban preparadas para tu llegada pero igual siguieron adelante, otras debieron permanecer en absoluto reposo para lograr tenerte, otras por diversas razones tuvieron que entregarte al cuidado de terceras personas, otras tal vez pusieron en peligro su propias vidas para que tú estuvieras aquí, de todos modos gracias Señor por estos padres tan especiales que me diste y hoy tomo conciencia que la mitad de mi materia prima proviene de mi papá y de toda su familia y la otra mitad pertenece a mi mamá y de toda su familia.
Gracias papá y mamá por alimentarme, por cuidarme, por las caricias, los besos, las horas de insomnio junto a mi cama cuando estuve enferma, por vestirme, por educarme, por la paciencia, por los regaños, por los tantos NO que hoy verdaderamente entiendo y profundamente agradezco, y por esos tantos gracias omitidos por cada una de las cosas y momentos maravillosos que me han brindado y que han permitido que yo sea quien soy.
El otro día entré a una tienda que venden piedras semipreciosas y me deleitó mucho estar entre amatistas, rodocrositas, ónix y toda esa gran variedad de piedras, realmente admirada ante tanta belleza disfruté de las formas, los colores de cada una de ellas y me fije en una particularmente que costaba $3.000 me llamó la atención su precio pero a su vez me encantó ver junto a tan distinguida piedra un bello cartel que decía “Artista: Dios” y pensé que hermosa manera de reconocer, verdad. Enseguida mi mente hizo contacto con las minas de donde probablemente provenían todas estas beldades y pensé: Cómo pueden ponerle precio a algo que es de Dios.
Después de mirar y mirar, entre tantas piedras y piedras no logré conseguir ni siquiera dos que se parecieran, entonces pensé “gracias Señor, si tú has hecho estas maravillas con simples piedras ahora tomo más conciencia de lo que has hecho conmigo y en cada uno de nosotros”. Luego compré un lapislázuli y cuando pagué le dije a la vendedora, esta piedra me la llevo gratis porque es de Dios yo le pago el precio que supuestamente costó sacarla y traerla hasta aquí. Ella me miró, rió y dijo usted tiene razón voy a poner eso mismo al lado de las piedras y ambas agradecimos a Dios.
¿Te has preguntado alguna vez cuando comes una simple parrilla de carne con yuca hervida a cuantas personas tienes que agradecer? Bueno hazlo ahora, desde quien sembró la semilla, cuidó la vaca, la cocinó, te la sirvió y todos las personas que trabajaron en cada elemento que se utilizaron para que tú disfrutes de esos manjares, piensa en todas las personas a las que tienes que agradecer porque intervinieron en todo el proceso para poner la simple sal que consumiste y ni siquiera se ve. ¿Muchos verdad?, a todos ellos muchas, pero muchas gracias.
No me creas, practica dando las gracias a todos desde tu corazón, y principalmente a Dios a tus padres y a tu familia pero también al portero, al panadero, al vecino, a todos tus maestros que contribuyeron con tu formación, al taxista, a todas las personas que en algún momento te pusieron las cosas difíciles, a todos los conocidos y desconocidos que hacen posible que nosotros seamos felices, recuerda “Abre tu Alma y Regala Amor”, dar las gracias es también dar amor.
Cuando tenemos un corazón agradecido tenemos también una vida mucho más feliz.
Al dar las gracias con fundamento y con consciencia de su significado, nos situamos en el aquí y ahora, nos llena de beneficios y nos ayuda a ser más humildes, porque a veces nos creemos todopoderosos y olvidamos que ese puesto ya lo tiene Dios y sólo a Él le pertenece.
Le doy Gracias al Creador porque yo soy su más especial criatura, gracias papá y mamá por darme la vida… tomémonos sólo 3 minutos de nuestro ajetreado día y pensemos en todas las cosas por la que tenemos que agradecer a Dios: la salud, la familia, nuestra pareja, nuestros hijos, los amigos, el trabajo, el aire, el agua, por madre Tierra y también las cosas que consideramos malas porque sólo a través de ellas aprendemos verdaderamente a crecer. Tenemos infinidad de razones de agradecerle a Dios por todo lo que nos ha dado y tal vez sin haber hecho ningún esfuerzo y a veces hasta pensamos que no nos lo merecemos, nuestra soberbia no nos permite reconocer que Dios nos da todo lo que necesitamos simplemente porque somos sus hijos amados.
Pero debemos creer en ello, debemos tener fe en que Dios nos provee todo cuanto necesitamos. Recuerda “Pide y recibirás, busca y encontrarás, golpea y las puertas se te abrirán“. (Mateo 7:7-11) conste que no lo dije yo, pero creo en ello. Practiquemos el dar GRACIAS desde el corazón, a nuestros hijos por cada cosa sencilla que realicen, a nuestra pareja que nos acompaña en este camino, a nuestros familiares que son incondicionales, a los amigos que siempre están allí cuando los necesitamos, a nuestros maestros, a nuestros enemigos que tantas veces han sido los principales promotores de nuestros triunfos.
Agradece y no te canses de dar gracias por todo y a todos, porque esto te une con el amor de DIOS, hazlo y verás los beneficios y como tu vida comienza a cambiar.
Qué difícil se nos hace dar las gracias desde el corazón y con la fuerza del verdadero sentido de gratitud. Muchas nos maravillamos ante una pintura, una estatua, una manualidad, podemos ver ciertamente el arte allí y pagamos grandes precios por obtener cualquier objeto de esos, pero luego a veces somos incapaces de ver al verdadero artista que es Dios, quien en tan sólo 7 días creó toda esta perfecta maravilla que tenemos ante nuestros ojos diariamente, y por tenerlo allí simplemente no podemos verlo.
El cielo, la tierra, el aire, el mar, el fuego, los animales, las plantas y su más especial obra, NOSOTRAS. Dios todos los días nos propone un cuadro diferente para cada uno de nosotros, según lo necesitamos y todo pasa al mismo tiempo unos disfrutamos de un hermoso día soleado, otros gozan de un esperado día de nieve, otros están contemplando la luna llena, otros miran la lluvia desde alguna ventana, mientras otros tienen que arroparse para disfrutar de magníficos vientos, como ves todo pasa al mismo momento.
Sólo si piensas en eso y comienzas a agradecer, estarás más consciente, más feliz, sólo contemplando plenamente y disfrutando cualquiera de estos momentos que Dios te ofrece cada día lograrás verdaderamente ser libre y estar en paz contigo, conectado con tu ser Superior, porque la paz que tanto buscamos comienza con el reconocimiento de es lo que es, en el momento, lugar y forma en que Dios lo decida. ¿Recuerdas? “Señor hágase tu voluntad” ¿Sencillo verdad? Ahora basta saber si mi soberbia me lo permite decir.
Cuando al despertar desde mi ventana veo el horizonte y miro como se unen el cielo y el mar digo “GRACIAS Señor por este hermoso cuadro que creaste para mí”, y así me conecto con Dios y mi día comienza según su voluntad y yo sólo pongo lo mejor de mí. Pienso que si ya comenzamos a dar verdaderamente GRACIAS a Dios, estamos listas para agradecerles profundamente a nuestros progenitores, comencemos por entender que: “mis padres son los más maravillosos que yo pueda tener” ¿Sabes por qué? Porque en principio fue Dios quien los escogió para mí y eso ya debería ser suficiente, reconocer y agradecer lo que es nos hace libres, además ese extraordinario lazo no se puede romper, ni cambiar, ni renunciar, ni olvidar, ni excluir, ni mucho menos renegar, además ni lo intentes no te lo recomiendo.
En segundo lugar debemos darles GRACIAS a ellos por darnos la vida, por supuesto siempre asociados con el Creador de otra manera hubiese sido imposible, ellos hicieron todo lo posible para que nosotros estemos aquí, en especial nuestras madres, yo le agradezco a mi madre que me llevo con amor en su vientre durante 9 meses, otras tal vez no estaban preparadas para tu llegada pero igual siguieron adelante, otras debieron permanecer en absoluto reposo para lograr tenerte, otras por diversas razones tuvieron que entregarte al cuidado de terceras personas, otras tal vez pusieron en peligro su propias vidas para que tú estuvieras aquí, de todos modos gracias Señor por estos padres tan especiales que me diste y hoy tomo conciencia que la mitad de mi materia prima proviene de mi papá y de toda su familia y la otra mitad pertenece a mi mamá y de toda su familia.
Gracias papá y mamá por alimentarme, por cuidarme, por las caricias, los besos, las horas de insomnio junto a mi cama cuando estuve enferma, por vestirme, por educarme, por la paciencia, por los regaños, por los tantos NO que hoy verdaderamente entiendo y profundamente agradezco, y por esos tantos gracias omitidos por cada una de las cosas y momentos maravillosos que me han brindado y que han permitido que yo sea quien soy.
El otro día entré a una tienda que venden piedras semipreciosas y me deleitó mucho estar entre amatistas, rodocrositas, ónix y toda esa gran variedad de piedras, realmente admirada ante tanta belleza disfruté de las formas, los colores de cada una de ellas y me fije en una particularmente que costaba $3.000 me llamó la atención su precio pero a su vez me encantó ver junto a tan distinguida piedra un bello cartel que decía “Artista: Dios” y pensé que hermosa manera de reconocer, verdad. Enseguida mi mente hizo contacto con las minas de donde probablemente provenían todas estas beldades y pensé: Cómo pueden ponerle precio a algo que es de Dios.
Después de mirar y mirar, entre tantas piedras y piedras no logré conseguir ni siquiera dos que se parecieran, entonces pensé “gracias Señor, si tú has hecho estas maravillas con simples piedras ahora tomo más conciencia de lo que has hecho conmigo y en cada uno de nosotros”. Luego compré un lapislázuli y cuando pagué le dije a la vendedora, esta piedra me la llevo gratis porque es de Dios yo le pago el precio que supuestamente costó sacarla y traerla hasta aquí. Ella me miró, rió y dijo usted tiene razón voy a poner eso mismo al lado de las piedras y ambas agradecimos a Dios.
¿Te has preguntado alguna vez cuando comes una simple parrilla de carne con yuca hervida a cuantas personas tienes que agradecer? Bueno hazlo ahora, desde quien sembró la semilla, cuidó la vaca, la cocinó, te la sirvió y todos las personas que trabajaron en cada elemento que se utilizaron para que tú disfrutes de esos manjares, piensa en todas las personas a las que tienes que agradecer porque intervinieron en todo el proceso para poner la simple sal que consumiste y ni siquiera se ve. ¿Muchos verdad?, a todos ellos muchas, pero muchas gracias.
No me creas, practica dando las gracias a todos desde tu corazón, y principalmente a Dios a tus padres y a tu familia pero también al portero, al panadero, al vecino, a todos tus maestros que contribuyeron con tu formación, al taxista, a todas las personas que en algún momento te pusieron las cosas difíciles, a todos los conocidos y desconocidos que hacen posible que nosotros seamos felices, recuerda “Abre tu Alma y Regala Amor”, dar las gracias es también dar amor.
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